Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia… España. Estoy tan preocupado por el ascenso de la ultraderecha que lo último que quiero hacer es caer en el trazo grueso de afirmar que todos los que votan a estas opciones son unos egoístas simplones que atienden al primer demagogo que les cuenta las supuestas verdades del barquero. ¿Los hay? Sí, hay quien vota a traficantes de bulos que anuncian el fin de la fiesta de la corrupción y a líderes testosterónicos imbuidos del virus nacionalista más tóxico. Pero no son la mayoría. Y lo honesto no es........