Tras un rato consumido en YouTube con temas turbios —geopolítica, comedia, fútbol—, el algoritmo me conduce a la desembocadura natural de mi curiosidad: videos conspiranoicos. Me entero, así, de que la Tierra es plana, de que Jeffrey Epstein, el pedófilo amigo de Trump, no se suicidó ni lo mataron, sino que vive cómodamente en algún lugar oculto del Caribe —el triángulo de las Bermudas, supongo—, que nos gobiernan desde la luna unos reptiles inteligentísimos, que los dinosaurios nunca existieron —son huesos de otros animales recolectados por farsantes— y que Inglaterra es la tierra de los ángeles caídos. Los principales portavoces de estas teorías son dos tipos curiosos: un tal Mr. Empírico y un tal Mr. Tartaria, dos genios del humor o de la verdad oculta, según se mire.
Ciertamente, uno tiene muchas veces la impresión de que no se entera de casi nada. Basta cambiar de emisora de radio para que lo blanco se convierta en negro y la confusión penetre en nuestros cerebros como un cuchillo caliente en la mantequilla. Sánchez o Feijóo pueden ser........