Confieso mi grato estupor ante una novela como la que ha publicado recientemente el escritor francés David Foenkinos con un título como La vida feliz. Alguien que invoca la felicidad en el propio título de un libro, merece en estos tiempos todo el respeto, el aplauso y la complicidad. Uno es que no sabe cómo se las han arreglado la izquierda y la derecha de este país para polarizarse, como ahora se dice, y presentarnos una realidad que es el infierno en la Tierra. ¿De veras están hoy tan mal las cosas y se ciernen tantas amenazas sobre nosotros que ni siquiera nos queda el refugio de la vida privada y debemos pensar que nos hallamos en el peor de los mundos?
Uno lee libros o se reúne con amigos sociológicamente inscritos en la izquierda Loewe que le hablan de la agresión a la Naturaleza de la agricultura y la avicultura........