No es para rasgarse las vestiduras, pero duele saber que tenemos pocas posibilidades de ser sede del Mundial 2030. Valencia, la tercera capital de España, no cuenta para la organización por nuestra incapacidad para resolver el asunto del estadio, de ese mamotreto de hormigón que afea una de las arterias de nuestra capital. Inmejorable icono, por cierto, de lo que fue la burbuja inmobiliaria de comienzos de siglo.
Duele, no........