Enero llega siempre como un jarro de agua helada. Tras semanas de fiestas, felicitaciones, comidas copiosas y desorden, volver a la normalidad se siente como un castigo. ¡Qué agresivos han sido los despertares de esta semana! ¿Cuántos habéis querido remolonear una horita más? Volver al cole y al email del trabajo se torna en un monstruo insaciable, pero, aunque a mí también me cueste admitirlo, la rutina es más que necesaria para la paz........© 20 minutos