La buena noticia es que el hambre en el mundo sigue a la baja. En los últimos años se ha registrado una disminución gradual del numero de personas que la padecen lo que no quiere decir que el problema sea menor. Aún quedan unos 800 millones de seres humanos cuya vida corre serios riesgos por la hambruna, casi el diez por ciento de la población mundial, lo que da idea del trabajo que queda por hacer. Los países del África subsahariana y del Asia meridional son los que mayores dificultades tienen para superar la inseguridad alimentaria muchas veces motivada por los desplazamientos forzados, los conflictos armados, los desastres naturales y el cambio climático. Situaciones así solo pueden superarse a través de acciones coordinadas a nivel nacional e internacional con inversiones de envergadura en infraestructuras, agricultura sostenible, tecnología y educación capaces de promover el........© 20 minutos