Donald Trump ha sido recibido como un héroe por los 50.000 republicanos eufóricos que asistieron ayer al cierre de la convención nacional republicana de Milwaukee. Fue el último y definitivo acto de aceptación de su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos tras la propuesta de su partido el pasado lunes. En los cinco días transcurridos desde que el joven Thomas Matthew Crooks le disparara apostado en el tejado de un granero próximo al lugar donde tenía lugar el mitin de Trump en Butler (Pensilvania) el candidato republicano ha presentado el episodio como una hazaña personal con la complicidad de Dios. Su oreja herida es desde entonces el principal impulsor de la campaña, un elemento potenciador de sus expectativas electorales con el que nadie contaba. No digo yo que su equipo de campaña haya celebrado semejante episodio que le costó la vida a un espectador –del que por desgracia ya........