Siempre me sorprende la rapidez con que el Reino Unido cambia de primer ministro. Un jueves los conservadores pierden las elecciones y el viernes el nuevo mandatario británico saluda desde el número 10 de Downing Street, donde residirá los próximos cinco años. Solo 12 horas antes el anterior inquilino estaba allí instalado con su familia. Entiendo que tal y como le daban las encuestas el depuesto ya tendría preparada la mudanza, pero aún así imagino la actividad frenética que hubo de desarrollar el servicio de la casa para levantar colchones , sábanas, toallas y otros enseres del matrimonio Sunak y recibir a Starmer, señora e hijos. Es una tarea en la que últimamente están muy entrenados porque desde la dimisión de Cameron hace 8 años el de ahora será el quinto primer ministro que ocupa la mansión. La discreta apariencia de la puerta de aquella residencia resulta un tanto engañosa para el........