Cada una de las críticas a las presentadoras de las campanadas definen la sociedad que pone en constante escrutinio a los cuerpos de las mujeres. Sean como sean. Lo llevamos viviendo años con Cristina Pedroche y sus vestidos que observan millones de personas. Y cada persona con su opinión, claro. Aunque, en realidad, ni siquiera somos tan originales cuando calificamos a alguien que sale por la tele. Solemos repetir los prejuicios que hemos escuchado desde pequeñitos. Nos han insistido todo el rato sobre cómo debían vestir, aparentar y ser las chicas para ser respetadas. Peor aún si eran de barrio y pasaban de disfrazarse de princesas Disney.
Pedroche tiene un cuerpo que entra en los cánones que llaman normativos. Pero, a la vez, necesita no defraudar las expectativas de la conversación social de cada fin de año. Sin embargo, haga lo que haga,........