Estopa y el selfie en plena cena de Nochebuena que representa su mayor triunfo

La programación de Nochebuena se ha torcido en demasiado previsible. Por momentos, no sabemos si estamos viendo un especial de 2024 o 2014. Casi todo podría haber sido hace diez años. Con lo bueno del aprendizaje, con lo malo de la inercia. Porque ninguno de nosotros somos como hace diez años.

Por suerte, en la noche del 24 de diciembre la tele ejerce un mero fondo de distracción para romper silencios incómodos y despertar temas de conversación. Hoy, con frases como estas: "Mira, cómo está Rosarillo", "¿quién son los que salen en Telepasión?, "¡Qué piernas tiene Lolita!". Cosas así. Mejor que las cenas de Navidad se parezcan a los contenidos de........

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