Querida, no te vuelvas loca. No estoy siendo muy políticamente correcta en estos tiempos de lucha por la salud mental, pero vosotras me entendéis y seguro que no os enfadáis. Me refiero a las rebajas. Como ya no hace falta hacer cola con las señoras mayores en las puertas de conocidos centros comerciales para arramplar con cosas que no necesitas solo porque está bien de precio, la cosa es para desquiciarse.
Ahora, las aplicaciones de cualquier firma de moda te permiten llenar el carrito horas antes de que los precios se desplomen como la bolsa en el Crack del 29. Lo de tener los saldos en la palma de la mano es un peligro máximo, que puede hacer que empieces las vacaciones con montañas de ropa de las tendencias de la temporada que al final no te vas a poner y que el año que viene no te gustará. Desastre. Así que, #roper de mis entretelas, sigue leyendo que tú y tu cartera me lo vais a agradecer.
Las estilistas, asesoras, organizadoras y demás gurús de Instagram no nos cansamos de repetir un mantra, que no por manido deja de ser cierto: "Primero........