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Los colombianos tuvimos un divorcio con el tren que todavía me resulta inexplicable. Mientras en muchísimos países, el tren es el principal medio de transporte de carga y uno de los más importantes para pasajeros, en Colombia persistimos en trasladar cargas con mayores costos, menor eficiencia, más tiempo y deteriorando las carreteras.

De los 3.528 kilómetros de vías férreas, el 63,2% está inactivo y solo el 36,6% está en operación. Aún así, el 11% de la carga del país se mueve por vías férreas, lo que demuestra su enorme y evidente eficiencia.

Los beneficios de recuperar el tren son inmensos. La carga que se puede transportar en un buque equivale a 301 vagones de tren y a 963 camiones. Y ahí solo estamos hablando de carga. El transporte de pasajeros, tan cotizado en países como los de Europa, pero también en Brasil, México o en Argentina podría ser muy eficiente para la creación de nuevos circuitos turísticos y para el transporte cotidiano de pasajeros entre nuestras regiones.

Para este modo es imperativo que las vías se diseñen con numerosos viaductos y túneles para sortear la sinuosa topografía colombiana y que los trenes no tengan que superar pendientes superiores a los 1.5 grados. Entre más se incline la vía, menos velocidad se puede alcanzar y, por ende, menos competitivo frente a otros medios de transporte. La idea de recuperar el tren como ha anunciado este gobierno es que se puedan alcanzar velocidades de entre 80 y 120 kilómetros por hora.

Otro factor clave de competitividad es que Colombia se monte en la lógica de la trocha estándar (1.435 mm), es decir, el ancho de la vía, que es la más usada en todo el mundo en lugar de la trocha angosta que usamos en Colombia (914 mm).

En el Foro Ferroviario organizado por la Sociedad Santandereana de Ingenieros y con el concurso de Prosantander, la ANI y la CCB, se anunció que en las próximas semanas está por definirse entre tres opciones la forma en que se conectará Santander con Bogotá. Me entusiasma el trazado por Zipaquirá - Barbosa - Barrancabermeja. Otra opción interesante es Bogotá – Belencito – Paz de Río - Bucaramanga y Puerto Wilchez.

Colombia debe apuntarle a la multimodalidad, es decir, que la carga se transporte de un modo a otro dependiendo de los tramos y los destinos y así combinar trenes, camiones, aviones, ríos y el mar.

Colombia, y Santander especialmente, tiene que tomar decisiones con voluntad política y apoyo del sector privado para ver si se vuelve a subir al tren como lo hizo desde el siglo XIX hasta finales del XX o si simplemente se conformará con verlo pasar como un fantasma.

QOSHE - Subirnos al tren o verlo pasar - Víctor Solano Franco
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Subirnos al tren o verlo pasar

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03.05.2024

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Los colombianos tuvimos un divorcio con el tren que todavía me resulta inexplicable. Mientras en muchísimos países, el tren es el principal medio de transporte de carga y uno de los más importantes para pasajeros, en Colombia persistimos en trasladar cargas con mayores costos, menor eficiencia, más tiempo y deteriorando las carreteras.

De los 3.528 kilómetros de vías férreas, el 63,2% está inactivo y solo el 36,6% está en operación. Aún así, el 11% de la carga del país se mueve por vías férreas, lo que demuestra su enorme y evidente eficiencia.

Los beneficios de recuperar el tren son inmensos. La carga que se puede........

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