Negros nubarrones presagian los apátridas con sus amenazas ya no veladas sino directas. Que van a tumbar el gobierno del cambio, empezando en enero 15 de 2024. Así están las cosas, desde la Antioquia federalista gobernador y alcalde de Medellín, en un claro desconocimiento del orden institucional claman por la mal llamada insurrección, cuando no es más que un motín.

Los sectores beneficiarios del auge de las drogas ilícitas, están preocupados porque ya no tienen los canales de transporte expeditos y las cifras millonarias que antes ingresaban a sus arcas para el despilfarro, ya están menguadas. Los campesinos productores de la hoja de coca tienen en buena hora la posibilidad de empezar a producir para sus familias, y para crecer en sus economías con cultivos lícitos. Se requiere acompañamiento del gobierno.

En el congreso de la República, sectores de oposición, no al gobierno sino a toda la población colombiana, pretenden seguir apuntalando sectores privilegiados, en salud, en contratación estatal, en el sector financiero para que sus ganancias no caigan.

La ineficiencia de los altos organismos de control, tales como contraloría, procuraduría y fiscalía general, empeñados en tapar los abusos y la impunidad rampante, sepan que se terminan sus mandatos.

Ya está llegando la hora de los cambios para que empiece a reinar la justicia.

Para aquellos que apoyaron las propuestas del cambio contando con tener una parte del botín del presupuesto nacional, y que hoy están desilusionados, les recuerdo que no es posible en escaso año y medio de gobierno cumplir las metas que se han represado durante más de 200 años de desgobiernos.

Los cambios de conciencia no se darán mientras la educación, en civismo, en querer lo nuestro, en el cuidado de nuestro medio ambiente, no sean constantes desde los infantes, hasta la educación pre y post universitaria.

Al gobierno le digo: trabaje en cumplir lo ofrecido, hasta donde se pueda, que el pueblo entiende y apoya.

gopeor@gmail.com