Se espera que en los programas de gobierno para el próximo cuatrienio de los alcaldes y gobernadores con la participación activa de los concejales y diputados, además de los proyectos en lo económico y social, el tema ambiental tenga la importancia que le corresponde, más ahora con el cambio climático y sus fenómenos extremos con consecuencias desastrosas.

En este contexto es muy importante lo que deben hacer los nuevos gobernantes para enfrentar la contaminación acústica, la atmosférica, la visual, la de olores ofensivos y la de los vertimientos que afectan numerosas fuentes de agua por falta de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).

Es muy pertinente que se apliquen más las normas relacionadas con el control de la contaminación por ruido, función que le corresponde básicamente a los gobiernos municipales en equipo con las autoridades de policia como lo establece el Código Nacional de Policía- Ley 1802 de Julio 29 de 2016- en su Artículo 33. Como se sabe, el ruido además de sus graves efectos para la salud, es causa frecuente de actos que afectan la convivencia ciudadana, muchos de los cuales terminan en enfrentamientos violentos entre los incultos ruidosos y personas del vecindario afectadas por el ruido. Y no sobra recordar que las viviendas ubicadas en barrios con un entorno sin ruido y más aun si está arborizado, valen mucho más que las ubicadas en donde prima el ruido, la inseguridad, el caos vial y el desorden.

En este contexto es de destacar el proyecto de ley que cursa en el Congreso de la República liderado por el representante Daniel Carvalho que busca fortalecer más las normas contra el ruido involucrando más a los gobiernos municipales y departamentales y a varios ministerios relacionados con el tema. Ojalá se apruebe pronto para su aplicación rápida y efectiva. La industria del turismo también se verá beneficiada. La mayoría de turistas buscan ciudades y lugares tranquilos, sin ruido, limpios y seguros. Si es al turismo de naturaleza, quieren contemplar y disfrutar de paisajes verdes, bosques y rios donde haya tranquilidad.

Entre algunos aspectos para destacar del proyecto de ley en curso, está el listado de los efectos negativos de la contaminación acústica para la salud física y mental: “ desórdenes del sueño; daño cardiovascular; problemas auditivos como pérdida auditiva permanente; daños en la salud psicosocial como estrés, malestar e irritabilidad”, y otros más. La lista es larga.