16 Nov, 2023 | Gran parte de la mejor poesía no habita en librerías,
es ajena a los estantes,
distante al hombre,
papel para fogatas al frío,
desvaríos en gavetas olvidadas.

Muchas de las más ilustres estrofas jamás leídas
no han salido de letrados,
nunca han tocado las hojas de algún libro,
no entienden de prestigio,
de prólogos, dedicatorias,
notas del editor,
ISBN,
andan a la intemperie,
son epitafios de sal plegados al ras del vuelo de las gaviotas.

Miles de prosas propias de un Nobel
no conocieron más que papel y grafito —o paredes y concreto—,
el dolor de aquella, aquel, que les parió en el desvelo sobre el suelo de una celda acorazada,
sin brindis, algarabía,
nada...
y al sol alzarse al día vivieron la orfandad
—por metralla, soga, gas, hacha de verdugo...—,
higos crudos,
clandestinos,
condenados a callar.

Cientos y cientos de los más insignes versos no salieron nunca al sol,
llegaron con alma de caracol y se enconfraron —perlados— para siempre,
son leviatanes mudos a la sombra de los naufragios,
negros rosarios con sus nudos repartidos bajo marea,
no hay ni habrá quien asuma la tarea de acariciar su estampa,
su pena de reclamo abisal.

Lo mejor escrito de lo que se dice poesía
yace en fosas frías
—en estanques vistiendo concreto los pies
con rimas de luz brotando en la sien—,
es banquete de chacales a mediodía,
secreto guardado para nadie en Vietnam,
Balcanes, Siria...
corona de desidia,
deuda eterna de esta humanidad.

Algunos de los alejandrinos más hermosos que se han trazado
deambulan deshilachados,
huérfanos de padre y madre
bajo los escombros de la palabra guerra en la fabela,
donde el niño sin futuro,
donde se pudre el fruto en la raíz,
donde se asesina al matiz,
en los marginados escenarios
a la luz solo cuando los votos,
cuando el marionetero necesita remendar los maltrechos hilos,
aunque en la escena cada flor grite sin pistilos sobre la bosta seca…
Conjuro divino negado son esos versos mayores,
venidos de los dolores
y a la muchedumbre olvidada dados,
paz en pausa infinita en cada cumbre y su rancherío,
remedios de pestes y hambrunas a los ciudadanos del hastío,
maná de las alturas,
verbo faltante para entrar en razón,
pero Caín castra una y otra vez el don desde el comienzo,
y más arriba
Marte
sonríe
feroz.

Gran parte de la mejor poesía no ha salido de letrados,
no ha ido más allá del papel, de la pared rayada,
del dolor de aquel que le parió en desvelos,
son leviatanes mudos a la sombra de los naufragios
con rimas de luz brotando en la sien,
conjuro divino negado,
paz en pausa infinita porque no conviene tanto bien.

Buenos Aires, 13/11/2022

QOSHE - "Donde duerme parte de la mejor poesía" (Poemeterium) - Juan Ortiz
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"Donde duerme parte de la mejor poesía" (Poemeterium)

5 0
16.11.2023

16 Nov, 2023 | Gran parte de la mejor poesía no habita en librerías,
es ajena a los estantes,
distante al hombre,
papel para fogatas al frío,
desvaríos en gavetas olvidadas.

Muchas de las más ilustres estrofas jamás leídas
no han salido de letrados,
nunca han tocado las hojas de algún libro,
no entienden de prestigio,
de prólogos, dedicatorias,
notas del editor,
ISBN,
andan a la intemperie,
son epitafios de sal plegados al ras del vuelo de las gaviotas.

Miles de prosas propias de un Nobel
no conocieron más que papel y grafito —o paredes y concreto—,
el dolor de aquella, aquel, que les parió en el desvelo sobre el suelo de una celda........

© Sol de Margarita


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