Al pan, pan, y al vino, vino,
Y al de la Moncloa solo,
Para que no haya dolo,
Por donde amarga el pepino
Le den, sin más protocolo,
Para ver si se despierta
Y cuando da una respuesta,
No deje suelta la húmeda
Y ande por los Cerros de Úbeda
Vistiendo el duelo de fiesta;
*
Juntar churras con merinas,
Y ver que están separadas
Las con lana y las peladas,
Nos causa incluso anginas
Oír siempre las chorradas
De quien, a la vez que niega,
Afirma, maldice y ruega,
Alias el de la Moncloa,
Que igual cocea que croa,
Del bulo alfa y omega:
*
Por lo cual pienso y calibro,
Propenso a no echar flores,
Pues no está entre mis favores,
Que si de copiarle un libro
Se atribuye los honores,
Venteador de opiniones
Siendo, entre otros dones,
Debe saber que a la vez
No puede ser ave y pez …
¡Ni hombre de convicciones!;
*
Usted, señor Sánchez, lo que es,
Dicho al envés y al revés,
Un pendón que con su ¡pues
eso!, tiene, siendo cortés,
En la cabeza … ¡los pies!.
II
Más mierda ya no cabe; si la hubiera,
Pronto el Sánchez se adueñaría de ella,
Para darle el sabor de una paella,
O de un cocido, o de lo que fuera,
*
Con tal que este sabor tenga siquiera
El punto que puede darle un Estrella
De los Fogones … El Pepe Botella,
Rey Efímero, si aún estuviera
*
En el Trono, dejara mejor huella
De su paso por la Monarquía … Era
El suyo otro tiempo; hoy, la escalera
*
Del buen gusto, el que la sube, sella
Su paso por el Poder con su quimera
De hacer pie donde tiene una querella
*
Cada escalón que sube y, si mella
No hace, … ¡tiene otro conejo en la chistera!