Sí, que los extremos se tocan

Lo hemos oído mil veces…

Una más: la de estos dos peces,

Que, contra corriente, colocan

Lo de, transformado en heces,

Que han sido antes nuestros ahorros,

Con disimulo, pero a chorros,

En la hermana y lejana

República Dominicana,

Dejándonos como unos zorros;

Claro que me estoy refiriendo

Al reverendo padre Bono,

Quien, de una silla a un........

© Periodista Digital