14/12/202313/12/2023 Museo de América / Ministerio de Cultura

Me lo debía y por fin hace unos días pude entrar como infiltrada en el Museo de América y colarme en medio de los tesoros saqueados de los territorios colonizados por España. ¿Y qué creen que me encontré? A la contra de los tibios avances respecto a la exhibición de restos humanos en museos, el de América aún expone una momia y una momia Paracas del Perú, una momia que podría ser mi abuelita.

Pero vamos por partes. Con su particular narrativa de lo ocurrido en los territorios de Abya Yala e inmutable look franquista, el Museo de América parece lejísimos de descolonizarse y de revisar su siniestra relación con un pasado de dominación y expolio.

A la entrada del museo, por ejemplo, se levanta el monumento a la Hispanidad. No sé ni por dónde empezar porque en la misma talla, que remeda un viejo tronco de encino, compiten la fealdad y la infamia a partes iguales. Del tronco brota un hombre a caballo que recoge al vuelo a una mujer en apuros de larga cabellera como la mía. El hombre simboliza a España y la cuasi desnuda y desvalida mujer simboliza a América, a las indias, las conquistadas. El caballero podría ser su salvador si no se pareciera tanto a su raptor. Según el genio que hizo esto, la escena de un hombre blanco brindando ayuda a una indígena representa la unión de nuestras culturas y nosotras, bueno, somos sus hijas espurias.

En unas letras Comic Sans horribles se pueden leer los créditos de la estatua que no tienen desperdicio: "Bajo el mandato del generalísimo Francisco Franco y siendo Príncipe de España Juan Carlos de Borbón se erigió este monumento a la Hispanidad".

Franquista y borbón, facha y monstruoso a la vez, el monumento firmado por el escultor español Agustín Herrán Matorras fue parte de alguna de las conmemoraciones de nuestra bonita historia en común. Esto que podríamos llamar violación y rapto, y que ideológicamente se tradujo como mestizaje, hoy se nombra con bastante más maquillaje como Hispanidad, una de las palabras favoritas de Ayuso y Vox. No quiero hacer spoilers pero no es casual que este monumento al encuentro amoroso entre el viril caballero y la india desvalida de la bienvenida a un museo poseedor de una gran colección de cuadros del racista sistema de castas, una de sus máximas atracciones, que demuestra cómo la obsesión española por la pureza de sangre viene de muy atrás.

El Museo de América posee más de 25.000 obras, piezas arqueológicas, artísticas y etnográficas que cubren desde el Paleolítico del continente hasta su actualidad. La mayor parte son o están relacionados con el Nuevo Mundo, o sea nosotros para la decrépita Europa. Podría ser bonito y todo si no hubieran convertido nuestro mundo en su plantación, lo "nuevo" en su mina de oro. Si no hubiéramos valido un Perú.

Hablamos de un museo cuya interpretación de la cultura y la Historia no puede desligarse de la visión de Estado de este país, en particular del gobierno de la ciudad de Madrid, de su entendimiento del pasado que se actualiza cada 12 de octubre en unas fiestas patrias que celebran el inicio del largo y violento proceso de colonización y que vienen trufadas de nostalgias imperiales.

Las sombras de un museo como éste vienen de muy lejos y su poca o nula capacidad de revisión tiene raíces estructurales, sociales y políticas. Este en particular lleva décadas alimentando el imaginario sobre el poderío español del pasado y el sueño de repetirlo en el futuro. Aviva el fuego de los ultraespañoles, ultracatólicos, ultramonárquicos, ultracapitalistas, ultramares y ultraimbéciles.

No es fácil entrar aquí habiendo nacido en ese continente cuyo pasado pretende ser exhaustivamente contado entre estas paredes y más bien resulta que sus representaciones son violentas y exotistas, que hay ventriloquía por todos lados, que en España hablando de Abya yala y nunca desde Abya Yala.

Me rodea una colección de valor incalculable. Yo veo un cuy o una llama de barro de hace cientos de años y sonrío y me conmuevo y también tengo ganas de verlos todos los días en mi salón. Así deben pensar los ricos coleccionistas que además de sentimientos tienen dinero. "El 24 de marzo, los Museos Vaticanos devolvieron a Atenas tres fragmentos de mármol del Partenón en poder de la Santa Sede desde el siglo XIX –se cuenta en un reportaje en El Salto. En 2017, el presidente francés Emmanuel Macron anunció su intención de abrir procedimientos para que cada vez que un país africano haga una demanda de restitución de una obra, Francia la acepte si no puede demostrar que no fue robada o expoliada. Desde 2021, los bronces de Benín en manos de museos alemanes —bustos y relieves de los siglos XVI y XVII saqueados por colonos británicos y vendidos a distintos países occidentales— han comenzado a ser restituidos".

Veo ante mí el Tesoro de los Quimbayas, un regalo del presidente colombiano Carlos Holguín a la reina española María Cristina a finales del siglo XIX que ya debería estar de vuelta en casa porque ya ha sido solicitado. Y ahí, como momento culminante de la visita, doy con la momia (música de The Mummy sonando), arropadita en una escenografía de enterramiento, envuelta en ricos vestidos y adornos, lleva pectoral, máscara, bigotera de oro y un collar de canutillos spondylus.

La momia está a pesar del "Compromiso sobre exhibición de restos humanos" publicado en la web del Ministerio de Cultura: "En los últimos años se ha producido un cambio en la consideración de los restos humanos en los museos. Su estatus dentro de las colecciones es único, ya que no son simples bienes culturales, son los restos de una persona fallecida y deben ser tratados con dignidad y respeto". El museo de Antropología de España (MNA) retiró este año todos los restos humanos de la visita pública.

–En el MNA, no se expondrán restos humanos cuando la comunidad de origen de los restos esté en contra de su exposición pública. Este es el caso del pueblo atacameño que se opone a la exposición de las momias de Atacama. También se tendrán en cuenta las tradiciones y creencias de la comunidad de origen a la hora de exponer los restos humanos.
–Solo se expondrán restos humanos cuando sea imprescindible para entender el discurso que el museo pretende transmitir y no se pueda realizar de otra manera con la misma eficacia.
–Los restos humanos siempre se expondrán contextualizados.
–Los restos humanos siempre serán presentados al público con respeto.

Según la ficha completa de la momia en la web del museo de América ni siquiera es una recreación real de cómo fue enterrada. Dice: "este fardo habría sido objeto de varias intervenciones en época moderna (quizá con fines expositivos) y es probable que sólo los tejidos hayan pertenecido al conjunto original". Eso no se menciona en la exposición. Concluímos: Hay manipulación, recreación ficticia, todo lo contrario a la contextualización. Esa momia no debería estar ahí.

¿Es ético, de buen gusto, tiene sentido a estas alturas, exhibir restos humanos en un museo sea como fuera? ¿Tienen derechos las momias? ¿Tienen derecho los muertos, aunque estos sean indígenas y hayan existido mil años atrás, a la dignidad y a descansar en lugar de a un circo constante en un continente ajeno, en un museo ajeno? ¿Se escucha realmente a las comunidades que reclaman estos restos?

Por lo visto en este momento en España se exhiben todavía restos humanos porque nadie se ha quejado. Todo indica que nadie se ha quejado por esta momia Paracas del Perú. Así que ahora mismo voy a quejarme: dejen de exhibir a la momia Paracas, déjenla en paz. Podría ser mi abuelita.

La idea de un museo como el de América sigue condicionando hoy las relaciones de poder con las comunidades de las excolonias y su continuum de saqueo y explotación, de ahí la urgencia de resignificar el Museo y de admitir una parte de su responsabilidad en el relato colonial y racista. Si quieres la historia completa, vívida y sonora, de la visita, sigue este pódcast hecho desde el corazón y la rabia anticolonial.

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Esa momia podría ser mi abuelita

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14.12.2023

14/12/202313/12/2023 Museo de América / Ministerio de Cultura

Me lo debía y por fin hace unos días pude entrar como infiltrada en el Museo de América y colarme en medio de los tesoros saqueados de los territorios colonizados por España. ¿Y qué creen que me encontré? A la contra de los tibios avances respecto a la exhibición de restos humanos en museos, el de América aún expone una momia y una momia Paracas del Perú, una momia que podría ser mi abuelita.

Pero vamos por partes. Con su particular narrativa de lo ocurrido en los territorios de Abya Yala e inmutable look franquista, el Museo de América parece lejísimos de descolonizarse y de revisar su siniestra relación con un pasado de dominación y expolio.

A la entrada del museo, por ejemplo, se levanta el monumento a la Hispanidad. No sé ni por dónde empezar porque en la misma talla, que remeda un viejo tronco de encino, compiten la fealdad y la infamia a partes iguales. Del tronco brota un hombre a caballo que recoge al vuelo a una mujer en apuros de larga cabellera como la mía. El hombre simboliza a España y la cuasi desnuda y desvalida mujer simboliza a América, a las indias, las conquistadas. El caballero podría ser su salvador si no se pareciera tanto a su raptor. Según el genio que hizo esto, la escena de un hombre blanco brindando ayuda a una indígena representa la unión de nuestras culturas y nosotras, bueno, somos sus hijas espurias.

En unas letras Comic Sans horribles se pueden leer los créditos de la estatua que no tienen desperdicio: "Bajo el mandato del generalísimo Francisco Franco y siendo Príncipe de España Juan Carlos de Borbón se erigió este monumento a la Hispanidad".

Franquista y borbón, facha y monstruoso a la vez, el monumento firmado por el escultor español Agustín Herrán Matorras fue parte de alguna de las conmemoraciones de nuestra bonita historia en común. Esto que podríamos llamar violación y rapto, y que ideológicamente se tradujo como mestizaje, hoy se nombra con bastante más maquillaje como Hispanidad, una de las palabras favoritas de Ayuso y Vox. No quiero hacer spoilers pero no es casual que este monumento al encuentro amoroso entre el viril caballero y la india desvalida de la bienvenida a un........

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