Garantizar la soberanía alimentaria para los bolivianos y luego producir excedentes con el fin de exportar es una medida por la que debería apostar el Estado, así como lo hacen otros países de la región que logran divisas en montos importantes para invertir en proyectos de desarrollo que beneficien a sus habitantes.

El presidente Luis Arce, además de recordar los beneficios de la industrialización de las diferentes materias primas que tiene el país, puntualizó que es importante aumentar la producción agrícola, primero para garantizar la soberanía alimentaria y, después, con el fin de exportar los excedentes y conseguir las divisas que son tan necesarias para los proyectos de inversión.

La demanda de alimentos, y más si son ecológicos u orgánicos, aumenta en las diferentes regiones del mundo, por lo que sería una importante alternativa para conseguir recursos económicos y que la economía se dinamice, más aún en una etapa crítica en la que la crisis golpea no solo a los países con una economía debilitada, sino también a las grandes potencias como Estados Unidos, China, Brasil y naciones de Europa.

Para conseguir una mayor producción es necesario asumir dos tareas. La primera, incrementar la extensión de terrenos agrícolas, sin que eso implique la deforestación de bosques, sino buscar terrenos sin uso que sean aptos para el cultivo de alimentos. No se debe perder de vista que Bolivia tiene casi todos los pisos ecológicos y, por lo tanto, puede producir una gran variedad de alimentos.

Otra tarea aún más importante es la de aumentar el rendimiento por cada hectárea, de modo que, por ejemplo, donde se producen siete toneladas de papa, el objetivo sea duplicar o triplicar el rendimiento de este tubérculo.

Bolivia producía hasta 2023 un promedio de siete toneladas por cada hectárea de terreno, mientras que Perú sobrepasaba las 25 toneladas en la costa y Argentina llegaba a por lo menos 35 toneladas por hectárea.

Si bien algunos municipios del país han informado en los últimos años que lograron rendimientos que superan las 20 toneladas de papa por hectárea de terreno, el promedio obtenido en el país es de unas siete toneladas, por lo que el Gobierno apuntó a llegar a por lo menos 15 toneladas hasta el año 2025.

Producir alimento es una apuesta segura, por lo que el Gobierno central, las gobernaciones y los municipios tendrán que priorizar la inversión en el sector de la agricultura, facilitando para los productores créditos blandos, semillas certificadas, abonos ecológicos y riego para la época de siembra.

Además de la producción agrícola propiamente dicha, se tendrá que trabajar para conseguir un valor agregado para los alimentos que se obtienen de la tierra, de modo que las divisas se multipliquen.

QOSHE - Apostar por la agricultura - Editorial
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Apostar por la agricultura

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10.04.2024

Garantizar la soberanía alimentaria para los bolivianos y luego producir excedentes con el fin de exportar es una medida por la que debería apostar el Estado, así como lo hacen otros países de la región que logran divisas en montos importantes para invertir en proyectos de desarrollo que beneficien a sus habitantes.

El presidente Luis Arce, además de recordar los beneficios de la industrialización de las diferentes materias primas que tiene el país, puntualizó que es importante aumentar la producción agrícola, primero para garantizar la soberanía alimentaria y, después, con el fin de exportar los excedentes y conseguir las divisas que son tan necesarias para los proyectos de........

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