Conscientes de la debilidad del gobierno, los mineros han tomado La Paz para exigir que se viabilicen sus contratos en las áreas protegidas, que se oficialice el impuesto del 4,8% que lograron en su anterior movilización y que además se les den fondos públicos para financiar sus actividades.

En medio de sus protestas, el humo de los incendios ha llegado con mayor intensidad a las ciudades, y la gente puede sentir en su propia piel un poco de lo que se sufre tras las montañas...

Este año, solo en octubre y exclusivamente en el Beni, se han perdido 1.5 millones de hectáreas, según el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental. Para tener una idea de lo que eso representa, debemos considerar que Bolivia ocupaba el octavo lugar en extensión de bosques tropicales en la Tierra, abarcando aproximadamente el 48% del territorio, unos 60 millones de hectáreas en 2001, de las cuales se han perdido alrededor de 14 millones de hectáreas.

Aunque el gobierno afirme que no permitirá el ingreso de actividades mineras a las áreas protegidas, los incendios cuentan otra historia: la minería, los asentamientos y la ganadería avanzan, deforestando todo a su paso. La omisión del gobierno que lo permite es complicidad, y cada año que pasa es peor. Es peor porque el daño se acumula, es peor porque la pérdida crece y es irremediablemente peor porque, sabiendo que ocurrirá, ningún gobierno hace nada para evitarlo.

La única respuesta, que no constituye una solución, viene del legislativo nacional, que ha aprobado una ley que sanciona con una pena de entre tres y ocho años de cárcel a quienes provoquen incendios que afecten a áreas protegidas, reservas forestales o cualquier tierra de protección, ocasionando daño a la flora o fauna silvestre. Se reporta que al menos 400 personas están supuestamente detenidas por provocar el fuego, y ahora existe una ley que sanciona este delito con 3 a 8 años. Sin embargo, desconocemos cuántos serán sancionados y cuántos quedarán libres en unas semanas.

Es 2023, y una vez más, el bosque se quema; una vez más, los animales e insectos intentan en vano huir del fuego. Si has presenciado la expresión y el sufrimiento corporal de un animal devorado por el fuego, no puedes olvidarlo... y no deberíamos olvidarlo…

ABAJO Y A LA IZQUIERDA

Cecilia Chacón R.

Feminista y exconcejala por la ciudad de La Paz

[email protected]

QOSHE - La vida en llamas - Cecilia Chacón
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La vida en llamas

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17.11.2023

Conscientes de la debilidad del gobierno, los mineros han tomado La Paz para exigir que se viabilicen sus contratos en las áreas protegidas, que se oficialice el impuesto del 4,8% que lograron en su anterior movilización y que además se les den fondos públicos para financiar sus actividades.

En medio de sus protestas, el humo de los incendios ha llegado con mayor intensidad a las ciudades, y la gente puede sentir en su propia piel un poco de lo que se sufre tras las montañas...

Este año, solo en octubre y exclusivamente en el Beni, se han perdido 1.5 millones de hectáreas, según el Centro de........

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