Julián Felipo

Su salida del Olímpic el pasado sábado entre abucheos tras la decepcionante derrota del equipo ante el UCAM Murcia no hace justicia a la trayectoria de Carles Duran en el banquillo del Joventut durante estos últimos seis años. El técnico de Vilassar de Mar llegó al cargo en febrero del 2018, en el peor momento de la historia de la entidad, lastrada por unas deudas que amenazaban su continuidad y con el equipo hundido en la clasificación. La Penya, que a seis jornadas del final era última con un balance de 6-21, ganó cinco de esos últimos partidos para salvar un match-ball histórico.

Los ‘haters’, que han abundado durante su ciclo, dirán que también vino Laprovittola a Badalona y es cierto que el base argentino fue instrumental en aquella salvación como lo fue también al año siguiente en la mejora exponencial del equipo, lo que se tradujo en su galardón de MVP. Pero después, sin ‘Lapro’ y con Duran en el banquillo, el Joventut se ha mantenido en zona de excelencia, sobre todo teniendo en cuenta los limitados recursos presupuestarios en comparación con sus competidores.

Carles Duran, hasta hace unos días entrenador de la Penya

Seis años y medio después de aquello, la Penya ha sido constante en presencia en zona de Copa/playoff en la competición ACB, con un 55% de victorias, alcanzando el pasado año presencia en semifinales en todos los frentes. A ello hay que añadir (que su mérito también tendrá) una mayor conexión del equipo con la afición, que ha llenado el Olímpic en varias ocasiones señaladas, algo que no se producía en temporadas anteriores.

El sector crítico aducirá esta vez que la mayor estabilidad de la entidad, con Scranton de accionista mayoritario, ha dado unas garantías que no tenía en ejercicios previos y eso se ha traducido en mejor plantilla pero de nuevo hay que recordar que, pese a ello, el presupuesto del Joventut no ha estado al mismo nivel que el de sus rivales en la Liga Endesa.

Decía este miércoles su sucesor Dani Miret, en su presentación, que “no sólo se trata del qué sino del cómo” y Duran ha querido ganar sin traicionar a la política de oportunidades para los jóvenes forjados en la casa. Ha hecho debutar a 15 jugadores en este período, más de dos por año (Zagars y Busquets (2018-19), Parrado (2019-20), Kraag, Allen, Martí, Maronka, Helmanis (2020-21), Feliz (2021-22), Rodríguez y Okeke (2022-23) Ruzic, Prey, Platteeuw y López (2023-24).

También lo ha querido hacer siendo fiel a unos principios de “jugar bien”, con un estilo ofensivo agradable en el que interiores con gran capacidad de pase, como Todorovic o Tomic, ayudaron a abrir espacios y generar juego colectivo en una era de apuestas físicas. La estadística avanzada descubre que, en esas seis temporadas y media con este método, el equipo registró en ACB dos de los tres mejores datos en eficiencia en ataque de los últimos veinte años en la entidad (20-21 y 21-22).

Cierto es que ese juego agradable y efectivo se ha echado en falta esta temporada por las lesiones, los errores en planificación inicial y el difícil encaje de jugadores que necesitaban más balón. Si a ello añadimos la disfunción clara del equipo en defensa se explica la decepción de no alcanzar la Copa, tropezar en cuartos en Eurocup y no merecer por ahora estar en zona de playoff.

Estos pecados recientes encendieron a un entorno que había olvidado hace tiempo todo el contexto previo y al final ya no le perdonaba nada al técnico. Con ello acabó el ciclo de Duran, el segundo técnico de la historia con más partidos dirigidos en la entidad en ACB (227) y el que ha estado en el cargo durante más tiempo de forma consecutiva (2.251 días) superando a Kucharski. Si añadimos la etapa que pasó en los equipos inferiores o el vinculado, sumaremos casi dos décadas lo que le convierten posiblemente en el entrenador con mayor vinculación a la entidad de la historia.

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Un abrupto e injusto final

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10.04.2024

Julián Felipo

Su salida del Olímpic el pasado sábado entre abucheos tras la decepcionante derrota del equipo ante el UCAM Murcia no hace justicia a la trayectoria de Carles Duran en el banquillo del Joventut durante estos últimos seis años. El técnico de Vilassar de Mar llegó al cargo en febrero del 2018, en el peor momento de la historia de la entidad, lastrada por unas deudas que amenazaban su continuidad y con el equipo hundido en la clasificación. La Penya, que a seis jornadas del final era última con un balance de 6-21, ganó cinco de esos últimos partidos para salvar un match-ball histórico.

Los ‘haters’, que han abundado durante su ciclo, dirán que también vino Laprovittola a Badalona y es cierto que el base argentino fue instrumental en aquella salvación como lo fue también al año siguiente en la mejora exponencial del equipo, lo que se tradujo en su galardón de MVP. Pero después, sin ‘Lapro’ y con Duran en el banquillo, el Joventut se........

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