Sólo un día después de presentar oficialmente el partido que por fin ha creado, Yolanda Díaz se ha enfrentado a una encuesta que predice lo que todo dirigente de la ultraizquierda española teme más que cualquier otra cosa: que su partido va camino de convertirse en la nueva Izquierda Unida, es decir, un grupito irrelevante como no sea para darle alguna alcaldía al PSOE.

El sondeo en cuestión, elaborado por GAD3, ubica a las huestes yolandistas en el 8,7% del voto y algo así como la mitad de escaños de los que sacó en las elecciones. Sí, ya sé que las encuestas sirven para lo que sirven y también es cierto que los de Michavila suelen darle a Sumar porcentajes más bajos que otras empresas demoscópicas, pero es que no todo son sondeos: ahí están los resultados de las gallegas y ahí está también el acto tristísimo y con sillas vacías de creación de Sumar, comparen con lo que fueron los primeros Vistalegres, cuando parecía que sí se podía tomar el cielo por asalto.

Y es que desde que en el pasado proceso electoral fuese coronada como reina de la izquierda más allá del PSOE, Yolanda ha logrado lo que nadie en su puesto había conseguido antes en tan poco tiempo: tener menos votos y escaños que en las anteriores elecciones, perder el control de parte de su grupo parlamentario, ser incapaz de lograr representación autonómica en su propia tierra, demostrar que tampoco manda un pimiento en los Comunes de Ada Colau y, finalmente, crear un partido que no se sabe muy bien qué es y que, en cualquier caso, no está ni va a estar implantado de verdad ni en la Cataluña colauita ni en el Madrid de Mema y Rita.

¿Y ahora? Pues ahora vienen unas elecciones vascas en las que todo indica que les irá muy mal, unas catalanas en las que vaya a usted a saber pero que en el extraño caso de ser un triunfo lo serán para los comunes y, finalmente, unas europeas en las que la competencia de Podemos puede atragantarse a un partido que, incluso sin los de Pablo Iglesias, va a tener que hacer un encaje de bolillos en las listas que tampoco tiene pinta de acabar bien.

Todo eso con un Gobierno que ya no parece interesado en volver a usarla para acabar con Podemos, ni mucho menos en facilitarle el abrumador apoyo mediático que le han regalado todos los medios de izquierda hasta ahora, que nunca menos fue más.

Porque lo que le está pasando a Yolanda Díaz no es otra cosa que lo que ya habíamos predicho, perdonen la inmodestia, en estas mismas páginas: simplemente no es lo suficientemente buena, ni lo bastante inteligente, ni tiene el fondo político que es necesario para liderar un partido nacional. El único mérito real de la todavía ministra y vicepresidenta es que le gusta mucho a un tipo de periodista habitual en la muy escorada a la izquierda prensa española, aunque eso no implique tener de verdad la capacidad intelectual de la que unos y otros presumen y mucho menos ser cabezas de cartel solventes capaces de obtener buenos resultados en las urnas.

Y si necesitan algún ejemplo para entenderme ahí tienen a sus predecesores en esa "izquierda cuqui" especializada en perder elecciones: Íñigo Errejón, Rita Maestre o el propio Alberto Garzón serían, cada uno en su estilo, buenos ejemplos de que el enamoramiento periodístico no predice el éxito electoral.

Yolanda Díaz casi se acaba de estrenar como líder nacional y ya está en una cuesta abajo evidente, no ha sido más que un suflé artificialmente hinchado por Sánchez y una cohorte de periodistas incapaces de distinguir el grano de la cháchara vacua, un suflé que como llegó se irá, un sol de hojalata que se está apagando incluso a más velocidad de la que pensábamos. La nada.

QOSHE - Esplendor y ocaso de Yolanda Díaz - Carmelo Jordá
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Esplendor y ocaso de Yolanda Díaz

9 40
27.03.2024

Sólo un día después de presentar oficialmente el partido que por fin ha creado, Yolanda Díaz se ha enfrentado a una encuesta que predice lo que todo dirigente de la ultraizquierda española teme más que cualquier otra cosa: que su partido va camino de convertirse en la nueva Izquierda Unida, es decir, un grupito irrelevante como no sea para darle alguna alcaldía al PSOE.

El sondeo en cuestión, elaborado por GAD3, ubica a las huestes yolandistas en el 8,7% del voto y algo así como la mitad de escaños de los que sacó en las elecciones. Sí, ya sé que las encuestas sirven para lo que sirven y también es cierto que los de Michavila suelen darle a Sumar porcentajes más bajos que otras empresas demoscópicas, pero es que no todo son sondeos: ahí están los resultados de las gallegas y ahí está también el acto tristísimo y con sillas vacías de creación de Sumar, comparen con lo que fueron los........

© Libertad Digital


Get it on Google Play