Sánchez ha vuelto a hacer lo mismo de siempre en la llamada sesión de control al Gobierno. No ha contestado a las preguntas de la Oposición, pero, lo que es peor, ha vuelto a perseguir con insidias y engaños a quienes le preguntaban con rigor y prudencia política. Sánchez, otra vez, se ha dedicado a perseguir a la Oposición. Toda palabra de un político, como enseñara Azaña, es acción; pues bien, todas las palabras de Sánchez, desde que es presidente del Gobierno, son acciones para eliminar a la Oposición, salvo si son partidos separatistas, nacionalistas y exterroristas. Sánchez ha vuelto a incumplir el precepto fundamental del Parlamento: responder, como es su obligación, a las preguntas de la Oposición. No ha contestado ni una. O sea lo de siempre. Sánchez tiene voluntad perseguidora. Dictatorial.

Múltiples y variadas deberían ser las formas de combate contra la voluntad dictatorial de Sánchez, pero, por desgracia, son escasas y muy tasadas en una sociedad, como la española, con una débil sociedad civil, unos espacios público-políticos controlados por la casta política y una población extremadamente fanatizada —basta fijarse en los seis millones fijos de votos fijo que tiene el partido político más corrupto de España—. En esta dramática circunstancia española, sin duda alguna, el espacio parlamentario es vital para crear opinión pública-política desarrollada moral y civilmente. Sin embargo, no creo que la Oposición en general, y el PP en particular, lo aproveche para hacer una Oposición dura y contundente. O sea democráticamente pedagógica

Sánchez no solo embarra el espacio, sino que hace caer a Feijóo en las miles de trampas que le tiende. Hay una que produce vergüenza ajena. ¿Por qué Feijóo no le recrimina a Sánchez que cumpla con su obligación parlamentaria de responder a las preguntas que se le formulan? Es inexplicable. Sabemos que Sánchez jamás se someterá con decencia al control de la Oposición. Es la cruz de los demócratas. Pero, ¿por qué Feijóo no se lo reprocha cada vez que toma la palabra? Cuando Sánchez es preguntado, todos sabemos que se irá por los cerros de Úbeda e insultará al PP. Pero, ante tales invectivas, resulta extraño que Feijóo no le afee su desprecio por la Oposición y la democracia parlamentaria. El del PP denuncia bien y formula correctamente sus preguntas, pero guarda silencio ante lo más obvio: que Sánchez jamás contesta… Incumple con el precepto clave del parlamentarismo.

Tengo la sensación de que el exceso de prudencia política, continuamente exhibido por Feijóo, puede confundirse con pusilanimidad. O Feijóo sale de las trampas de Sánchez o corre el peligro de ser ninguneado. Es lo peor que le podría suceder. Pagaríamos las consecuencias todos los españoles, mas necesitados que nunca de proyecto, buenos políticos y alguien que sepa dirigirlos. Sí, necesitamos alguien que escriba un buen libro diciendo cuál es la idea del Estado que tiene la Oposición dentro de la Nación española. En segundo lugar, buscamos políticos de talla y no mercachifles de tres al cuarto a la búsqueda de un chusco para mañana. ¿Qué más da que se reúnan en Córdoba o Sebastopol si no están en las movilizaciones de Madrid o Barcelona? Y, en tercer lugar, aspiramos a un presidente de Gobierno con instinto de dignidad, alguien con un punto violento y agresivo, con coraje. Y Orgullo.

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O te elevas o te matan

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14.03.2024

Sánchez ha vuelto a hacer lo mismo de siempre en la llamada sesión de control al Gobierno. No ha contestado a las preguntas de la Oposición, pero, lo que es peor, ha vuelto a perseguir con insidias y engaños a quienes le preguntaban con rigor y prudencia política. Sánchez, otra vez, se ha dedicado a perseguir a la Oposición. Toda palabra de un político, como enseñara Azaña, es acción; pues bien, todas las palabras de Sánchez, desde que es presidente del Gobierno, son acciones para eliminar a la Oposición, salvo si son partidos separatistas, nacionalistas y exterroristas. Sánchez ha vuelto a incumplir el precepto fundamental del Parlamento: responder, como es su obligación, a las preguntas de la Oposición. No ha contestado ni una. O sea lo de siempre. Sánchez tiene voluntad perseguidora. Dictatorial.

Múltiples y variadas........

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