Mientras releía en un libro una de las críticas más feroces que escritor alguno haya hecho a la prensa, o mejor, a los periodistas adiestrados en la puta convicción de que su trabajo consiste en ocultarle al mundo la verdadera naturaleza de los hechos que tienen lugar en él, escuchaba por la radio, como todos los días a partir de las ocho de la tarde, a Dieter Brandau. Relataba algunas de las ignominias de Grande-Marlaska al frente del ministerio del Interior. La cosa era seria. Lo contado será genuina historia. La pieza estaba trabajada al milímetro por él y todo su equipo. Era un trabajo tucídeo. Perfecto. Hechos, hechos y hechos. Eso narraba Dieter. Como un Tucídides del siglo XXI, asistido por la incansable Nieves López Gamonal, contaba a sus oyentes hechos, hechos y hechos. Aparté de mi vista el libro en que leía, y me concentré en el relato de mi amigo. A medida que avanzaba en la narración, no salía de mi asombro. Cada ignominia de Grande-Marlaska competía en perversidad con la anterior y con la siguiente. Lo narrado del sujeto concordaba a la perfección con su rostro. No es personaje de fiar.

Los hechos narrados quedarán ahí, en un programa de radio, para la eternidad. Serán tan imprescindibles para los futuros historiadores de uno de los períodos más oscuros de la historia de España como lo son para este cronista, quien del aprendizaje de esos hechos deriva una enseñanza capital: Grande-Marlaska no dimitirá. He ahí la última maldad que yo añadiría a las enumeradas por Dieter. Repitámoslas las veces que hagan falta, primero, porque están sintetizadas por Dieter con precisión, inteligencia y poesía, y, segundo, porque al mal, esté donde esté, siempre hay que combatirlo. Ahí van con mi añadidura:

A las once de la noche, cuando terminó el programa de Dieter, regresé al libro que leía a la ocho y entendí de veras el contenido de la frase de un cínico periodista: "Sé lo que me gustaría ser: ¡me gustaría poder ser un hombre que cubre noticias de verdad!". Está en la extraordinaria novela de Ayn Rand: La rebelión de Atlas.

QOSHE - Las ignominias de Grande-Marlaska - Agapito Maestre
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Las ignominias de Grande-Marlaska

3 1
15.02.2024

Mientras releía en un libro una de las críticas más feroces que escritor alguno haya hecho a la prensa, o mejor, a los periodistas adiestrados en la puta convicción de que su trabajo consiste en ocultarle al mundo la verdadera naturaleza de los hechos que tienen lugar en él, escuchaba por la radio, como todos los días a partir de las ocho de la tarde, a Dieter Brandau. Relataba algunas de las ignominias de Grande-Marlaska al frente del ministerio del Interior. La cosa era seria. Lo contado será genuina historia. La........

© Libertad Digital


Get it on Google Play