Acaba de hacerse público el último ránking del TOP500, el listado de superordenadores más potentes del mundo. El proyecto se inició en 1993 y su objetivo es proporcionar una base confiable para rastrear y detectar tendencias en computación de alto rendimiento. Lo llevan a cabo científicos del Centro Nacional de Computación Científica de Investigación Energética (NERSC) y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Estados Unidos, y, hasta su muerte en el 2014, también Hans Meuer, de la Universidad de Mannheim (Alemania). Para elaborar la lista utilizan el benchmark (técnica para medir el rendimiento de un sistema) LINPACK , escrito en lenguaje Fortran para computadoras con memoria distribuida, un modelo informático que permite hacer grandes cálculos utilizando miles de ordenadores de voluntarios.
El TOP500 de noviembre (se actualiza dos veces al año) sitúa en primer lugar el ordenador Frontier, del Oak Ridge National Laboratory (Tennessee), seguido de Aurora y Eagle (ambos también estadounidenses), Fugaku (Japón), LUMI (Finlandia), Leonardo (Italia), Summit (EE.UU.) y, en el octavo puesto, el MareNostrum 5 de Barcelona (todavía España). Con un rendimiento máximo de 265,5 petaFLOPS (265.500 billones de cálculos por segundo), esta instalación ha costado más de 220 millones de euros. El Ministerio de Ciencia e Innovación destinó 52 millones al MareNostrum 5, pero el grueso de la inversión procede de la UE, que puso en marcha el programa Horizon 2020, dotado con 250 millones, para financiar al menos dos superordenadores y que Europa no pierda competitividad respecto a Estados Unidos, China y Japón en capacidad de cálculo.
Cataluña lleva décadas recibiendo un maná en forma de fondos europeos o del Estado que han situado la comunidad en la vanguardia científico-tecnológica. Obviamente, el dinero no da para todo y por eso en Galicia tenemos un AVE con tramos de vía única y ancho ibérico, y en Extremadura aún lo están esperando... Habría que preguntarle a Ursula von der Leyen qué le parece que un Estado miembro condone la deuda a la región más morosa (y no, María José Montero: no es lo mismo el 20 % de 84.500 millones que el 20 % de los 12.000 que debe Galicia o los 1.600 que adeuda La Rioja), rompiendo así el principio de solidaridad que es uno de los pilares básicos de la Unión.
También cabría cuestionarse qué pasaría si pasado mañana Pedro Sánchez necesita otra vez los votos de Junts, ERC y compañía para aprobar unos presupuestos con los que mantenerse en la Moncloa hasta el final de la legislatura, y acaba concediendo un referendo de autodeterminación que deviene en una Cataluña independiente. Como parte del Centro Nacional del Supercomputación, el Barcelona Supercomputing Center (BSC) ofrece acceso a sus recursos a la comunidad investigadora española y europea a través de la Red Española de Supercomputación (RES), formada por otras doce infraestructuras similares (entre ellos el superordenador gallego Finisterrae). Las peticiones se evalúan en base a la excelencia técnica y científica de los solicitantes y a partir de ahí se asigna tiempo de cómputo. ¿Qué hacemos ante una hipotética secesión? ¿Nos llevamos el ordenador a Madrid o confiamos en la generosidad y el altruismo que siempre han demostrado los mandatarios políticos catalanes?
Un último apunte: a diferencia de los anteriores MareNostrum, la nueva joya de la supercomputación (todavía) española no ha podido instalarse en la capilla de la Torre Girona, el edificio neoclásico del XIX que acoge también el rectorado de la Universidad Politécnica; ha sido necesario construir una nueva sede del BSC donde el MareNostrum 5 ocupa una superficie de 900 metros cuadrados, distribuidos en dos pisos, con más de seis metros de altura y un falso suelo de 140 centímetros en el que se ubican los sistemas eléctricos, de refrigeración, climatización y detección y extinción de incendios.
MareNostrum 5 y deuda catalana. Ursula, ¿tienes algo que decir?
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16.11.2023
Acaba de hacerse público el último ránking del TOP500, el listado de superordenadores más potentes del mundo. El proyecto se inició en 1993 y su objetivo es proporcionar una base confiable para rastrear y detectar tendencias en computación de alto rendimiento. Lo llevan a cabo científicos del Centro Nacional de Computación Científica de Investigación Energética (NERSC) y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Estados Unidos, y, hasta su muerte en el 2014, también Hans Meuer, de la Universidad de Mannheim (Alemania). Para elaborar la lista utilizan el benchmark (técnica para medir el rendimiento de un sistema) LINPACK , escrito en lenguaje Fortran para computadoras con memoria distribuida, un modelo informático que permite hacer grandes cálculos utilizando miles de ordenadores de voluntarios.
El TOP500 de noviembre (se actualiza dos veces al año) sitúa en primer lugar el ordenador Frontier, del Oak Ridge National Laboratory (Tennessee),........
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