Con motivo del Patrón de la Policía Local, se ha organizado, como todos los años, varias actividades lúdicas, que han finalizado en comida entre compañeros.
Este año, ha aumentado, considerablemente, el número de mujeres policías que se han apuntado y que han compartido actividad y mantel con sus compañeros policías. Los encuentros han sido un jolgorio, con intercambio de presentaciones, anécdotas y opiniones, en el que las mujeres no han desentonado y han estado allí, a la altura de cualquier tipo de conversación o broma, que viniera al caso.
Nada que ver con lo que ocurría, hace ya casi 40 años, cuando sentada en una mesa, los policías, ignorándote, te miraban con extrañeza pensando aquello de: “ ¿que andará buscando esta?”, mientras otros te decían claramente, a la cara, que tú no pintabas nada allí.
En aquel entonces, el más atrevido, que además pretendía hacerse el gracioso, terminaba por murmurarte o por exclamar para ser oído: “Nena, tú eres un poco rabúa o nena: tú tienes buen culo. También, con comportamientos paternalistas, se creían obligados a darte consejos de tipo: ”tienes que aprender a ver, oír y callar” o a predecir: ” en menos de un par de meses, estaras en alguna oficina”. Lo ridículo era que la mayoría de los compañeros se declaraban solteros, aunque tuvieran en casa a su mujer y a media docena de retoños.”
Actualmente la caballerosidad, aunque la palabra suene anticuada, no ha desaparecido. Todos mis compañeros estaban muy atentos a las necesidades de las chicas, pero ellas tampoco se quedaban atrás. Se reían y bromeaban sin complejo. Les contradecían o les gastaban bromas, sin miedo a que se pudieran molestar. Porque ya no son esas mujeres que buscan la aprobación del otro sexo y que se hacen las tontas para que los hombres se sientan seguros, importantes, fuertes e irresistibles.
Lo cierto es que me lo he pasado muy bien, siempre me he sentido sola, en estos eventos, en medio de tanto chico.
Estas mujeres se han convertido en un ejemplo, para todas aquellas que creen realmente en la igualdad de derechos y oportunidades.

Los modelos de fortaleza son imprescindibles y son la base de una nueva estrategia, para conseguir cambiar las mentalidades.
Y como dicen los franceses, que afirman que hombres y mujeres no son exactamente iguales: “Vive la différence”.