Alguien tendrá que decirles a los jóvenes universitarios militantes de la religión queer que exigir la expulsión del profesorado que no comulga con su catecismo y reclamar el “control socialista” del contenido que se imparte en las aulas es exactamente lo que en nombre de la democracia practicaban los movimientos totalitarios del siglo pasado en hemiciclos tan insospechados como el alemán. Negar la realidad y obligar a toda la sociedad a negarla fue siempre una de sus estrategias, al igual que educar a las juventudes en la defensa de esa causa. El premio para los chavales era sentirse superiores, pensar que trabajaban para un fin mayor.

Conviene explicarlo de manera llana, porque esa máxima tan bien aprendida según la cual a quien discrepe del concepto de identidad de género hay que acusarle de fóbico y aplicarle penas por delito de odio empieza a ser cansina y no hace puñetera gracia. Y es de una pobreza intelectual preocupante. El reguero de cancelaciones que docentes del mundo académico internacional (en EE.UU., Gran Bretaña...) han sufrido simplemente por recordar que el género es por definición opresión patriarcal y no un supermercado de identidades estereotipadas ya ha llegado a la Universitat Autònoma de Barcelona.

La profesora de Antropología Social Sílvia Carrasco, feminista abolicionista con un pasado en ICV, amaneció hace días con el aula empapelada con la frase “Alerta Terf” y publicaciones en las que ella afirma que no hay mujeres con pene. El autodenominado movimiento juvenil “socialista” lo tacha de discurso transfóbico y ha emitido un vídeo en el que exige su expulsión y la de su equipo y llama a responder “contra la opresión de género”.

Opresión de género. Ahí va la nueva apropiación que hace el transgenerismo de un concepto que pertenece a una filosofía política ilustrada como es el feminismo. Para las madres de esos chavales que gritan “terf”, opresión de género es la definición de la sumisión y la injusticia que sufren las mujeres por el hecho de serlo. Aunque poco a poco les imbuyen la idea de que es una herramienta para la validación emocional de personas transgénero. Y pretenden que ellas callen.

QOSHE - ¿Saben los jóvenes de qué hablan? - Maricel Chavarría
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¿Saben los jóvenes de qué hablan?

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29.02.2024

Alguien tendrá que decirles a los jóvenes universitarios militantes de la religión queer que exigir la expulsión del profesorado que no comulga con su catecismo y reclamar el “control socialista” del contenido que se imparte en las aulas es exactamente lo que en nombre de la democracia practicaban los movimientos totalitarios del siglo pasado en hemiciclos tan insospechados como el alemán. Negar la realidad y obligar a toda la sociedad a negarla fue siempre una de sus estrategias, al igual que educar a las juventudes en la defensa de........

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