Poco a poco, pasito a pasito, desde las elecciones anticipadas del 2012, los catalanes hemos convertido un país razonablemente serio en lo que hoy ya puede catalogarse de “país de pandereta”, allí donde se suceden episodios inauditos, campa lo impredecible y la irresponsabilidad es la norma del cortijo.

“Volem votar!” fue uno de los lemas más redondos del procés, aquella revolución sin revolucionarios. Pues nada, volveremos a votar el 12 de mayo –anticipadamente, como es norma desde el 2012– y quizás para configurar el mismo Parlament que el que dejamos atrás. ¿Y patada a seguir? Ya no queda reserva en el depósito y a Catalunya le sucede lo que al Barça: descrédito, personalismos y ese quién te ha visto y quién te ve. ¿Queríamos pollastre ? Pues pollastre de primero, de segundo y de postre...

Hacer sopa de pescado de un acuario es sencillo. Hacer de una sopa de pescado un acuario es más complicado. Estamos en ese punto por obra del procés y sus delirios, el peor negocio en la historia de una tierra de buenos negociantes. Lo visto, aguantado y oído estos doce años –en aras de una democracia celestial y algo sobrada– ha conducido a Catalunya al peor de los tratos: todos pierden. Nadie ha ganado nada.

Los fascistas, los españolistas, los ñordos, los botiflers, alertamos de la deriva épica aunque nos acusasen de odiar a Catalunya. Desprecio y desplantes. El mal ya está hecho, ahora se trata de reconstruir y dejar de ser un país de pandereta para volver a ser lo que fuimos: una sociedad que se manejaba bien, razonable y sin ínfulas de Estado, en la que pocos aspiraban a ser funcionarios (el ascensor social en Catalunya requiere ser indepentista y funcionario; la factura, la sobrecarga de impuestos).

Nadie espera arrepentimientos inquisitoriales pero va siendo hora de que quienes nos metieron en el lío dejen de decir chorradas estilo “lo volveremos a hacer”. Basta de palabrería para “consumo interno” que toma a la gente por niños a los que no se puede contar toda la verdad. Ya sabemos que Catalunya es suya, pero dejen de matarla. Un poquito, por favor.

QOSHE - Un país de pandereta - Joaquín Luna
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Un país de pandereta

10 1
15.03.2024

Poco a poco, pasito a pasito, desde las elecciones anticipadas del 2012, los catalanes hemos convertido un país razonablemente serio en lo que hoy ya puede catalogarse de “país de pandereta”, allí donde se suceden episodios inauditos, campa lo impredecible y la irresponsabilidad es la norma del cortijo.

“Volem votar!” fue uno de los lemas más redondos del procés, aquella revolución sin revolucionarios. Pues nada, volveremos a votar el 12 de mayo –anticipadamente, como es norma desde el 2012– y quizás para........

© La Vanguardia


Get it on Google Play