Dejar de votar por primera vez y renunciar a las convicciones? Duele admitirlo: otra semana como la pasada y no respondo. Todo me ha parecido tan, tan ridículo...
¿Y esto nos espera los próximos cuatro años?
Los gobiernos de coalición son un malabarismo, por definición, pero el de España es español: los espectadores (socios) son los primeros que cuando aparece el funambulista en el alambre, sin red y a riesgo de romperse la crisma, lejos de guardar silencio, compiten entre sí para ver quien abuchea, distrae o desprecia más al artista.
Más difícil todavía: los tres puntos de apoyo parlamentario de Sánchez son tres segmentos que compiten entre ellos. Al parecer, cuanto más le complican las cosas al Gobierno, más ufanos. Ya lo dice el refrán, señor presidente, quien con niños se acuesta...
La ventaja en Catalunya es que llueve sobre mojado. Al parecer, JxC ha recuperado protagonismo aunque sea a base de dar la nota, método marca de la casa, a falta de ideología. Tras años de reírse de la inteligencia de muchos catalanes y engañar a otros con el argumento de que la fuga de empresas del 2017 era una minucia –nada, un traslado de secretaria y de línea telefónica–, ahora resulta que importa y mucho que vuelvan. ¿Se resisten? ¡Multa y a callar! ¿Y dicen que han estudiado en colegios de pago?
Muy curioso lo del éxito de una supuesta cesión de competencias en inmigración para el Govern del que se largaron y en el que no están. Lo importante este 2024 es debatir sobre la inmigración –alguien tiene que pagar el desánimo y el desconcierto de Catalunya–, un hecho plausible si no fuese por el tufo electoral y ciertas declaraciones y argumentos que recuerdan a Vox, comparación que irrita a JxC. Tienen razón: ¡Vox son españoles!
En esto de la inmigración, el president Aragonès apelaba ayer en La Vanguardia al “catalanismo integrador”. Dios le bendiga. ¡Qué buenos recuerdos! Lástima que el movimiento independentista se haya cargado el catalanismo –asociado a autonomismo–, el integrador y el no integrador y, de paso, el orgullo común de que aquí se hacían las cosas bien y no de chiste.
Qué ridículo parece todo...
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15.01.2024
Dejar de votar por primera vez y renunciar a las convicciones? Duele admitirlo: otra semana como la pasada y no respondo. Todo me ha parecido tan, tan ridículo...
¿Y esto nos espera los próximos cuatro años?
Los gobiernos de coalición son un malabarismo, por definición, pero el de España es español: los espectadores (socios) son los primeros que cuando aparece el funambulista en el alambre, sin red y a riesgo de romperse la crisma, lejos de guardar silencio, compiten entre sí para ver quien abuchea, distrae o desprecia más........
© La Vanguardia
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