A partir de hoy, los cafés en las terrazas serán más anodinos. Y la Barcelona pija solo se expresará en los perros, bien abrigados y mejor vestidos, cuyos paseos alegran la vista porque se les nota felices en una ciudad donde no abundan los seres sintientes con cara jovial.
Esta semana, decía, se esfumarán del barrio laboral las señoras estupendas que desde el 20 de diciembre veía tirar de carritos de bebé o de niños rubitos.
–Tiene una hija monísima.
–¡Es mi nieta!
(Seamos sinceros: los hombres exageramos un poco con esto de la edad de las mujeres y tendemos a las zalamerías).
–¿Qué edad me pones?
¿Puede uno responder “la que tienes y le resto diez años (o quince)”? Naturalmente que no. Por mucho que digan, hay que mentir como un bellaco y responder como un admirador.
El caso es que empiezan los coles y las abuelas más estupendas, estilosas y placeadas –no en los cosos taurinos, sino en los gimnasios de pago y la comida saludable– dejarán de pasear niños por la vía pública y habrá que mirar el móvil mientras se toma el café a falta de estímulos andantes.
Ya imagino que mis admiradas señoras estarán esta semana consternadas por la desaparición de nietos a los que entretener, pasear o endosar la merienda.
–¡Sobre todo no les compres nada que lleve azúcar y si papá quiere comer churros, que no los utilice de escudos humanos!
El vacío que dejan los nietos puede ser causa de algún trastorno psicológico novedoso al que convendría dar un nombre solemne. En esto de la salud mental, no hay día sin trastorno nuevo. De ahí la importancia de ayudar a estas mujeres a readaptarse al tiempo libre que, sin duda, les pesará, ahora que los nietos han vuelto al colegio a pegarse los mocos, maltratar al condiscípulo perico o comunicar a la niña con tirabuzones que es una hortera a la que nadie amará en su vida.
Sin nietos que cuidar en estos días tan señalados de la cuesta de enero, comiendo sushi con las amigas cuquis o refugiadas en el deporte, la música, la lectura o las artes marciales. ¡Ánimo!
Mujeres consternadas
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08.01.2024
A partir de hoy, los cafés en las terrazas serán más anodinos. Y la Barcelona pija solo se expresará en los perros, bien abrigados y mejor vestidos, cuyos paseos alegran la vista porque se les nota felices en una ciudad donde no abundan los seres sintientes con cara jovial.
Esta semana, decía, se esfumarán del barrio laboral las señoras estupendas que desde el 20 de diciembre veía tirar de carritos de bebé o de niños rubitos.
–Tiene una hija monísima.
–¡Es mi nieta!
(Seamos sinceros: los........
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