¿Son de alguna utilidad los cuñados?, se preguntaba el gran Rafael Azcona, genio ibérico dado a plantear las dudas del ser humano del siglo XX como confirma otro de sus interrogantes: ¿puede una honesta hija de familia enamorarse de un afilador ambulante?
El cuñado o la cuñada son indispensables en una mesa navideña que se precie y si usted, dilecto lector, es de los que les cortaría la lengua, no sabe lo que se pierde.
La aportación gastronómica del sujeto a la mesa navideña suele ser mejorable ya que, en general, se ciñe a un cava muy bueno que hacen, en la clandestinidad, unos bodegueros amigos y altruistas a precio irrisorio. La otra aportación fetén es una barra de turrón del que le pirra a él o bien del que no le gusta pero le han regalado.
¿Quién relata un viaje por Europa en Interrail como él? ¿Quién sería capaz de describir mejor la nueva masculinidad con sus ordenanzas y su régimen penitenciario que una cuñada feminista?
Cuando asoma la sobremesa, o bien se amodorra en la mejor butaca o bien aviva el diálogo.
–¿Y tú, sobrina, ya tienes novio o todavía sales con aquel cantamañanas de la Pampa?
–Mira que estás gordo, pero qué más da, total... ¿eh?
–¿Quién me hace un cafelito con un chorrito de whisky?
–¡Ya no nos queda ni el fútbol a los hombres! Por cierto, alguien tiene una clave de Movistar que le sobre y así veo la Liga...
El cuñado ni ha escrito un libro sobre la Europa del interrail o los recuerdos de la covid, ni ha plantado un pino ni tiene hijos, pero no descarta nada y ya se presenta en las comidas de Navidad en chándal porque así no plancha y si se mancha –se mancha fijo– tampoco hay problema.
La cuñada, en cambio, está al corriente de todo, lleva un pañuelo palestino la mar de grande, ha escrito un libro de autoayuda ( Hoy me quiero más que ayer ) y es partidaria de que los jóvenes experimenten y no se esfuercen mucho. Al parecer, se ha echado pareja pero en Senegal.
¿Qué sería la Navidad sin esos hermanos y hermanas políticos que más que un mediador exigen atención y paciencia?
Larga vida al cuñado ibérico
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25.12.2023
¿Son de alguna utilidad los cuñados?, se preguntaba el gran Rafael Azcona, genio ibérico dado a plantear las dudas del ser humano del siglo XX como confirma otro de sus interrogantes: ¿puede una honesta hija de familia enamorarse de un afilador ambulante?
El cuñado o la cuñada son indispensables en una mesa navideña que se precie y si usted, dilecto lector, es de los que les cortaría la lengua, no sabe lo que se pierde.
La aportación gastronómica del sujeto a la mesa navideña suele ser mejorable ya que, en........
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