Que el prestigio y la independencia de las universidades de Estados Unidos salieran mejor librados de la larga guerra de Vietnam que de la de Gaza explica los tiempos que corren: la corrección política y la política de la cance­lación se han vuelto un bumerán. ¿Juegas con fuego? Te quemas­.

La rectora de Harvard, Claudine Gay, la primera mujer negra al frente de esta institución fundada en 1636, ha presentado la dimisión, tras solo seis meses en el puesto. Un récord.

Claudine Gay

¿Su pecado? Servir en bandeja a sus detractores –el lobby israelí– una campaña de acoso y derribo como la que el feminismo radical o las izquierdas “puras” han utilizado con éxitos sonados para cargarse a personas respetables solo por disentir en público.

Gay y otras rectoras fueron interrogadas duramente en el Congreso el 5 de diciembre sobre actos antisemitas en los campus. A la pregunta clave –y trampa– de si los llamamientos al “genocidio de los judíos violaban el reglamento de Harvard, ¿sí o no?”, la rectora Gay salió por la tangente: “Depende del contexto”. Viva el relativismo, viva el quedar bien con todos, impropio de gente con talla. Y ahí empezó una campaña sucia –con acusaciones infundadas de plagio– muy similar a las que la corrección política ha impulsado estos años.

La dimisión no cierra el problema. ¿Las universidades sirven hoy para estimular el pensamiento crítico o para adherirse a corrientes mayoritarias? Hoy “cazamos” a una negra, mañana otros “cazarán” a un tipo que veinte años atrás dijo algo desafortunado sobre las mujeres, los negros o los chinos...

La corrección política ha sentado mal a la universidad. Aquí, vivimos episodios bochornosos como cuando la UB, la UPC y otras aprobaron en el 2019 un manifiesto conjunto sobre “los presos políticos y la judicialización de la política”, un panfleto fuera de lugar. La denostada justicia tuvo que recordarles algo elemental: una universidad pública exige neutralidad política y no está al servicio de intereses electorales.

¿Y si las universidades ayudasen a rebajar la crispación? Empezando por no apadrinar tantas “causas” extraacadémicas...

QOSHE - Harvard y la corrección - Joaquín Luna
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Harvard y la corrección

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04.01.2024

Que el prestigio y la independencia de las universidades de Estados Unidos salieran mejor librados de la larga guerra de Vietnam que de la de Gaza explica los tiempos que corren: la corrección política y la política de la cance­lación se han vuelto un bumerán. ¿Juegas con fuego? Te quemas­.

La rectora de Harvard, Claudine Gay, la primera mujer negra al frente de esta institución fundada en 1636, ha presentado la dimisión, tras solo seis meses en el puesto. Un récord.

Claudine Gay

¿Su pecado? Servir en bandeja a sus........

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