Pedro Sánchez dejó claro en su discurso de investidura que la aritmética parlamentaria obligaba a hacer de la necesidad virtud. Ahí está la ley de Amnistía pactada con los independentistas. Pero la máxima estoica también se aplica en la devolución de los golpes mediáticos. Tras convertir el perro sanxe en activo político, en la entrevista de este fin de semana en La Vanguardia , el presidente institucionalizó la “fachosfera”. La definición de Sánchez viene a ser: “Dícese del grupo de personas que polariza e insulta para desmovilizar al electorado y derrotar al Gobierno”.

El presidente del Gobierno durante la entrevista con 'La Vanguardia'

El término no es nuevo. En las redes se atribuye el invento a Idafe Martín, que lo convirtió en marca para sus artículos el pasado verano y posteriormente en libro: Libre de Estilo. Cuentos de la Fachosfera . Su objetivo confesado y reiterado en X es identificar mala praxis, bulos, inventos y “señalar” con nombre y apellidos. “No se trata de pisar cucarachas. Se trata, como decía Kapuscinski, de encender la luz para que la gente vea cómo las cucarachas corren a esconderse”.

El periodista explica que convirtió en marca la tesis del libro de los investigadores franceses Dominic Albertini y David Doucet, Fachosphère , donde definen “la nebulosa de youtubers, tiktokers, blogueros y demás influencers de la ultraderecha”. El término no es una frivolidad, incluso aparece en las conclusiones de una comisión de investigación de la Asamblea Francesa de junio del 2019 sobre los grupúsculos de extrema derecha en Francia. Fachosphère, réacosphère, réinfosphère, patriosphère ...

Igual que Idafe Martín; el podcast Carne cruda hurgó en la hornada patria en su capítulo Fachosfera: youtubers heteros blancos cabreados . El ministro Óscar Puente abrió camino en X hace unas semanas cuando el Gobierno salvó la votación de decretos en el Congreso en el último minuto: “Me adentro en los (diarios) de la fachosfera, y el café, de pronto, me sabe a whisky”. Y ahora Sánchez pone definitivamente el concepto en circulación.

La palabra se disecciona mirando a la derecha: Para Francisco Marhuenda, “basurilla propagantística”; para Carlos Herrera, “la versión cool del muro”; para Rubén Amón, “una coartada mediática para conservar la impunidad de sus mayores aberraciones políticas”. Los barones del PP se suman: “sectarismo”, “discriminación ideológica”, “Sánchez ataca de manera indecente a una buena parte de los españoles”... Remata Isabel Díaz Ayuso: “Que se quede en su fachomundo todo el tiempo que quiera”. Y Sánchez se queda. En la Moncloa, satisfecho por haber vuelto a hacerlo.