Por lo general, aceptamos que las actividades que requieren un alto grado de creatividad vayan asociadas a comportamientos que se alejan de la lógica convencional y a un cierto grado de desconexión de lo que llamamos realidad. Será por eso que a los escritores de ficción no se nos exige pasar un psicotécnico antes de publicar. Ahora bien, del piloto del avión que nos ha tocado en suerte no esperamos ningún plus de creatividad. Esperamos que ejecute las maniobras en el orden establecido y no al dictado de una repentina aparición celestial. Lo mismo esperamos de una enfermera, de un policía, de un maestro de educación infantil, de un operador de grúa. Será por eso que para ejercer muchas de estas profesiones se exigen pruebas que acrediten un mínimo de cordura. Será por eso, también, que a muchos ciudadanos nos parece insólito que los candidatos a cargos públicos de relevancia no estén obligados a pasar algún tipo de examen de razonamiento lógico. Y, si es así, nos tranquilizaría verlo publicado.

Sin embargo, aceptamos que sea casi un tema tabú, tal vez porque, en el fondo, sabemos que somos los votantes quienes deberíamos pasarlo como requisito para acudir a las urnas. Pero eso sería mucho lío, mientras que hacerlo con los candidatos es más simple y más barato. Quede claro que no se trata de discriminar al delirante, como he dicho ciertos grados de desconexión pueden permitir una vida interesante y especialmente enriquecedora. Es solo que cierto tipo de poder no puede caer en manos de cierto tipo de personas.

Sé que los tests psicotécnicos no son cien por cien fiables, menos aún en el caso de psicópatas listos que pueden ser grandes simuladores (ya vemos a Milei aparentando cordura ahora que quedan pocos días para la investidura). Pero tal vez ayudarían a reducir el número de dementes que nos gobiernan y de candidatos que aspiran a hacer con nosotros experimentos dignos de mejor causa. Los hemos conocido en proporción ascendente en los últimos años. En la política de proximidad y en la de lejanía. Del que dentro de unos días guiará desde la Casa Rosada los destinos del pueblo argentino, sabemos que toma decisiones tras escuchar la opinión de su difunto perro y que se deja asesorar por su esotérica hermana. ¿Quién da más?

QOSHE - Desvaríos - Imma Monsó
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Desvaríos

48 0
06.12.2023

Por lo general, aceptamos que las actividades que requieren un alto grado de creatividad vayan asociadas a comportamientos que se alejan de la lógica convencional y a un cierto grado de desconexión de lo que llamamos realidad. Será por eso que a los escritores de ficción no se nos exige pasar un psicotécnico antes de publicar. Ahora bien, del piloto del avión que nos ha tocado en suerte no esperamos ningún plus de creatividad. Esperamos que ejecute las maniobras en el orden establecido y no al dictado de una repentina aparición celestial. Lo mismo esperamos........

© La Vanguardia


Get it on Google Play