Jaime Pumarejo llegó a la Alcaldía de Barranquilla con un apellido con historia y con el sello de la casa Char. A tres semanas de terminar su mandato, el alfil charista se despide con una aprobación del 57 por ciento. Esto es lo bueno, lo malo y lo feo de su gestión.

El sello propio de la “biodiverciudad”

La principal apuesta de Jaime Pumarejo fue la construcción del ecoparque de la Ciénaga de Mallorquín, una megaobra de 260 mil millones de pesos. El proyecto permite el acceso de barranquilleros y turistas a un cuerpo de agua que estaba abandonado.

La obra es un ecoparque con un sendero peatonal y cicloruta en medio de la ciénaga de Mallorquín, con zonas de descanso, parqueadero, avistamiento de aves, piscina natural y un muelle para pequeñas embarcaciones. También tendrá un paseo peatonal y un tren turístico para conectar la ciénaga con la playa de Puerto Mocho, que también se remodelará turísticamente.

El proyecto, cuya primera etapa ya fue entregada, le da un sello propio a la gestión del alfil charista Jaime Pumarejo. “Mallorquín es de las cosas emblemáticas de Pumarejo, va a quedar para la historia como el alcalde que recuperó el cuerpo de agua más importante de Barranquilla”, dice el representante charista Modesto Aguilera.

La obra también incluye la recuperación ambiental de la ciénaga de Mallorquín a través de un tratamiento de limpieza con algas, aunque no soluciona problemas estructurales de la ciénaga, como los desechos que llegan de los desechos de barrios vecinos que no tienen alcantarillado.

La apuesta por el bilingüismo

La Alcaldía de Barranquilla firmó un contrato con British Council para desarrollar una política pública de bilingüismo en los próximos ocho años. La apuesta pretende que los estudiantes de todas las instituciones públicas de la ciudad se gradúen bilingües.

El proyecto, que inició este año, contempla una inversión de 71 mil millones de pesos con recursos de vigencias futuras hasta el 2030 (los años que dura el proyecto), aprobados por el Concejo de Barranquilla.

Aunque los docentes contratados se quejaron de incumplimiento en las condiciones laborales, es un proyecto ambicioso que permite seguir profundizando la internacionalización de la ciudad.

La seguridad: mucho autobombo y pocos resultados

En los primeros años de su Alcaldía, pese a que ya había un deterioro de la seguridad, el alcalde Pumarejo tuvo un discurso de optimismo y autoelogios frente a la seguridad. Sin embargo, las cifras muestran que ese tema ha sido el principal lunar de su mandato.

Entre 2019 y 2022, la tasa de homicidios pasó de 22 a 26,1 homicidios por cien mil habitantes. En lo que va del 2023, la situación está peor pues ya van 627 homicidios, 59 más que en el mismo periodo del año anterior, según cifras de la Policía reportadas el 6 de diciembre.

Otro flagelo que golpeó con fuerza a la ciudad fue la extorsión. En 2022, los transportadores semiparalizaron la ciudad durante tres días debido a la extorsión, y al asesinato de tres trabajadores del gremio. En Barranquilla, 90 tiendas han cerrado por este delito, según la Unión Nacional de Comerciantes.

Luis Fernando Trejos, experto en temas de violencia, le dijo a La Silla Vacía: “El balance es negativo. Durante sus cuatro años se incrementaron y escalaron las violencias armadas (…) el alcalde reeditó medidas que en el pasado se habían utilizado y que habían fracasado. Sin ningún dato, se siguió apelando a la prohibición del parrillero hombre o al pago de recompensas por entrega de información”.

La pobreza: la pandemia expuso un grave problema social que Pumarejo no alivió

El covid golpeó la narrativa charista del éxito de la ciudad, desnudando problemas sociales. La gente, desde un comienzo, incumplió las cuarentenas por la alta informalidad laboral y la pobreza.

La pandemia hizo que la pobreza en Barranquilla y su área metropolitana pasara de 25,6 a 39,4 por ciento, según las cifras del Dane. Es decir, la pobreza incrementó 53,9 por ciento, mientras que el promedio del incremento nacional fue del 11,2 por ciento.

Con el agravante de que, a diferencia de Bogotá y Medellín, Barranquilla no lanzó un programa de transferencias monetarias a los pobres.

En el 2022, pospandemia, en Barranquilla la cifra disminuyó a 35,7 por ciento. Una disminución del 9,3 por ciento. A nivel nacional, la disminución de pobreza pospandemia fue del 7,8 por ciento

La réplica de la contratación mixta de Char

La Alcaldía de Barranquilla ha adjudicado 841 mil millones de pesos a través de la empresa de economía mixta Edubar, un tercio de los contratos grandes (de más de 3 mil millones de pesos) de Barranquilla.

A través de este mecanismo, contrató el ecoparque de la Ciénaga de Mallorquín y otros proyectos centrales de la gestión Pumarejo, como la recuperación del caño de la Ahuyama y del mercado público, construcción de infraestructura educativa y pavimentación de calles.

Aunque está permitido por la ley, ese tipo de contratación ha provocado críticas porque las empresas mixtas se rigen por derecho privado, lo que hace más difícil hacerle veeduría a la contratación que le delegue un ente público.

Además, Pumarejo amplió ese modelo de contratación al sector de las energías renovables. El gobierno Pumarejo le entregó a dedo, a través de un contrato interadministrativo, un proyecto de 354 mil millones de pesos a K-Yena SAS, una empresa mixta en la que tienen participación empresas del zar de los servicios públicos William Vélez y los hermanos Daes, megacontratistas de la era Char.

El contrato es para la instalación de 319 paneles solares en infraestructura pública, la construcción de una granja solar para producir energía y la comercialización de esta energía. La trazabilidad de la ejecución de ese proyecto ha sido opaca porque no toda la documentación legal está disponible para consulta y los detalles del proyecto se han conocido a cuenta gotas a través de anuncios institucionales.

La poca empatía en su discurso durante la pandemia

La pandemia fue el momento más crítico que vivió el alcalde Pumarejo, como le sucedió a prácticamente todos los mandatarios del mundo. Su popularidad, que inició en el 79 por ciento, cayó a los niveles de hasta el 44 por ciento. Y su discurso poco empático en ocasiones chocó con la trágica situación que padecían los barranquilleros.

“Todo el mundo ahora quiere una UCI; están de moda”, dijo el alcalde en 2020, mientras cientos de ciudadanos requerían de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Asimismo, le achacó el incumplimiento de las cuarentenas a la indisciplina social, sin tener en cuenta las altas cifras de informalidad y pobreza.

Una relación fría con Char, pero una proyección nacional

Durante parte de la administración de Pumarejo ha habido rumores de tensiones con su jefe político, Álex Char, que regresará a la Alcaldía de Barranquilla por tercera vez. La relación es, al menos, fría, según conoció La Silla por tres fuentes charistas.

Eso se ha reflejado en al menos tres hechos. Carlos Acosta, un exfuncionario y alfil de Pumarejo que se lanzó a la Alcaldía, desmontó su aspiración cuando Char salió al ruedo. Sin embargo, nunca hubo una adhesión o evento oficial entre ambos.

En campaña, Char casi no habló de los logros de la administración Pumarejo. Y ahora, en el empalme, aún no se han reunido. Eso contrasta con lo que pasó hace cuatro años, cuando al día siguiente de las elecciones, el entonces alcalde saliente Char y el electo Pumarejo se reunieron, hicieron una presentación en público y hasta inauguraron juntos una obra.

Pese a tensiones de la relación, las fuentes de la casa Char ven en Pumarejo una figura natural para ocupar puestos importantes en la estructura.

Pumarejo sale de la Alcaldía con una aprobación del 57 por ciento (según las encuestas Invamer Poll y Atlas Intel) y sin escándalos de corrupción a cuestas. Es una aprobación baja si se la compara con la que salió Álex Char en 2019, que fue del 95 por ciento, pero alta si se la compara con los actuales alcaldes de las principales ciudades del país, pues Pumarejo tiene la mayor aprobación.

Esa aprobación y su amplia experiencia, lo pone como una carta fuerte del charismo a jugar en cargos de elección popular o para cargos nacionales, si en 2026 llega un aliado de los Char a la Presidencia.

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Lo bueno, lo malo y lo feo de la gestión del charista Pumarejo en Barranquilla

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11.12.2023

Jaime Pumarejo llegó a la Alcaldía de Barranquilla con un apellido con historia y con el sello de la casa Char. A tres semanas de terminar su mandato, el alfil charista se despide con una aprobación del 57 por ciento. Esto es lo bueno, lo malo y lo feo de su gestión.

El sello propio de la “biodiverciudad”

La principal apuesta de Jaime Pumarejo fue la construcción del ecoparque de la Ciénaga de Mallorquín, una megaobra de 260 mil millones de pesos. El proyecto permite el acceso de barranquilleros y turistas a un cuerpo de agua que estaba abandonado.

La obra es un ecoparque con un sendero peatonal y cicloruta en medio de la ciénaga de Mallorquín, con zonas de descanso, parqueadero, avistamiento de aves, piscina natural y un muelle para pequeñas embarcaciones. También tendrá un paseo peatonal y un tren turístico para conectar la ciénaga con la playa de Puerto Mocho, que también se remodelará turísticamente.

El proyecto, cuya primera etapa ya fue entregada, le da un sello propio a la gestión del alfil charista Jaime Pumarejo. “Mallorquín es de las cosas emblemáticas de Pumarejo, va a quedar para la historia como el alcalde que recuperó el cuerpo de agua más importante de Barranquilla”, dice el representante charista Modesto Aguilera.

La obra también incluye la recuperación ambiental de la ciénaga de Mallorquín a través de un tratamiento de limpieza con algas, aunque no soluciona problemas estructurales de la ciénaga, como los desechos que llegan de los desechos de barrios vecinos que no tienen alcantarillado.

La apuesta por el bilingüismo

La Alcaldía de Barranquilla firmó un contrato con British Council para desarrollar una política pública de bilingüismo en los próximos ocho años. La apuesta pretende que los estudiantes de todas las instituciones públicas de la ciudad se gradúen bilingües.

El proyecto, que inició este año, contempla una inversión de 71 mil millones de pesos con recursos de vigencias futuras hasta el 2030 (los años que dura el proyecto), aprobados por el Concejo de Barranquilla.

Aunque los docentes contratados se........

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