Barranquilla está endeudada y, por primera vez, la casa Char no tiene un presidente amigo. Una situación que se evidencia con la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos por incumplimiento del gobierno de Gustavo Petro.
Ante las dificultades, el alcalde Álex Char y sus aliados ya se están moviendo para aumentar la caja del Distrito. Sin embargo, las movidas han levantado ampollas en varios sectores.
El primero que se movió fue el concejo de Barranquilla, alineado completamente con Char, que aprobó el alza de impuestos a finales del año pasado.
La segunda jugada la anunció Char durante su posesión, cuando planteó que manejaría parte del recaudo de la tasa de seguridad de la Gobernación del Atlántico de su aliado Eduardo Verano.
La primera movida cayó mal en los gremios y la segunda, en la clase política del Atlántico con influencia en alcaldías locales. Algo inusual en dos sectores que suelen acompañar las iniciativas de la casa Char, que ya lleva 16 años mandando en Barranquilla y con fuerte influencia en el departamento en los últimos ocho.
Barranquilla tiene una deuda pública de 2,7 billones de pesos, según reveló una investigación de La Silla Vacía. De las ciudades principales, es la que tiene la deuda más alta en proporción a su presupuesto.
En septiembre, Fundesarrollo también alertó sobre la situación: “El crecimiento del gasto público en Barranquilla desde 2017 ha sido mucho mayor que sus ingresos, lo que ha llevado a cubrir déficits presupuestales con deuda pública (…) Se hace indispensable fortalecer los ingresos propios y ajustar el gasto fiscal para evitar caer en una situación de insolvencia en el mediano plazo”.
La crisis ganó relevancia en las últimas semanas del mandato de Jaime Pumarejo, cuando varios hechos causaron preocupación sobre las finanzas del Distrito.
La empresa Air-e suspendió el servicio de energía eléctrica en cuatro colegios distritales por falta de pago en siete mil millones de pesos. También hubo protestas por falta de pagos de ediles, de trabajadores de escenarios deportivos y de manipuladores del programa de alimentación escolar.
Durante su posesión, Álex Char envió un mensaje de tranquilidad sobre las finanzas. “No hay problema de dinero, el dinero lo tenemos. Y apenas se enteraron de que nosotros estábamos en la administración, la plata empieza a llegar”.
Pero además de la deuda, Char tendrá otro reto: no es aliado del presidente Gustavo Petro, que ha cuestionado a su clan político en varias ocasiones.
Eso contrasta con lo que pasó en los anteriores gobiernos charistas, donde los presidentes fueron claves para las obras que se ejecutaron. Por ejemplo, el gobierno de Juan Manuel Santos aportó millonarios recursos para la construcción de escenarios deportivos y el de Iván Duque le avaló un crédito con la banca multilateral para realizar el ecoparque de la ciénaga de Mallorquín.
En cambio, con Petro las relaciones no han empezado bien. “Por favor paguen impuestos”, trinó Petro citando una noticia del cierre temporal de una sede de Olímpica, supermercado de la familia Char, por orden de la Dian. El cierre real se dio por problemas en la facturación electrónica.
Y ayer se conoció que Barranquilla perdió la sede de los Juegos Panamericanos 2027 porque el gobierno de Petro incumplió uno de los pagos con la organización que realiza el evento. Eso es un golpe para la ciudad y para Char, que se encargó de la gestión para que los Panamericanos se hicieran en “La Arenosa”, aunque el alcalde manifestó que aún hay esperanzas de que se realicen y que el gobierno está interesado en los Juegos.
Públicamente, Char ha intentado acercarse a Petro. Hizo pública una carta en la que le propuso tres proyectos relacionados con energía eólica y producción de hidrógeno verde, dos temas cercanos al corazón del mandatario.
Y el martes reaccionó a un trino de Petro en el que buscaba aliados en las ciudades para hacer “rupturas tecnológicas y sociales”.
Samuel @tcherassi2, Barranquilla está lista para liderar el camino en la innovación urbana. Aceptamos el desafío, Sr. Presidente @petrogustavo, y estamos listos para ser un ejemplo de transformación y progreso en favor de todos los barranquilleros. https://t.co/t1L6oNGJjv
Conseguir recursos por vía presidencial no será fácil, por eso Char ya se está moviendo en otros frentes.
En los círculos políticos del Atlántico vaticinaban una influencia muy grande de Álex Char sobre la gobernación de Eduardo Verano, por lo decisivo que fue el respaldo del charismo para su triunfo. “Álex será el gran dueño y señor de la Gobernación”, afirmó un político charista tras el triunfo.
Durante su posesión, Char dio muestras de ese poder al plantear que manejaría la tasa de seguridad, un impuesto de aproximadamente 125 mil millones anuales a cargo de la gobernación.
“Él (Verano) tiene un presupuesto más robusto que el de Barranquilla en términos de seguridad. Y como somos un equipo y somos llavería, Eduardo me dijo ‘Yo quiero que tú administres de la plata de seguridad y te encargas, junto conmigo, del área metropolitana de Barranquilla’”, dijo Char en tarima. Verano escuchaba desde las primeras filas de la ceremonia.
Es decir, si se concreta el planteamiento, Char manejaría la plata de seguridad de Barranquilla y los municipios del área metropolitana. Los primeros en quejarse fueron los políticos con influencia en esos municipios.
La alcaldesa de Soledad, Alcira Sandoval, es del grupo del corrupto exsenador Eduardo Pulgar, y durante su acto de posesión mostró su inconformismo frente al gobernador Verano. “El departamento del Atlántico no solamente es el Distrito, Soledad hace parte. Muy respetuosamente, señor gobernador, los alcaldes electos estamos preparados para combatir la inseguridad de nuestros pueblos”.
La diputada liberal Isabella Pulgar, también de esa casa política, le dijo a La Silla: “Desde ya manifiesto mi rechazo a esa propuesta, ya que considero que cada municipio debe manejar ese recaudo para fortalecer su plan de seguridad”.
No se quedó atrás el diputado de Cambio Radical Sergio Barraza, con influencia en la Alcaldía de Malambo, también del área Metropolitana. “No tiene lógica. Si hoy delega en el Distrito de Barranquilla el manejo de la tasa de seguridad, mañana puede delegar el manejo de la salud departamental en el municipio de Soledad, ¿entonces para qué elegimos un gobernador?”, dijo Barraza en Emisora Atlántico.
Al reclamo también se sumó Alfredo Varela, diputado de oposición que perdió la contienda con Verano.
Aún no es claro cómo aterrizará jurídicamente la propuesta de Char. Al ser consultado por la prensa tras su posesión, Verano no dio detalles.
Además, esa no es la única forma con la que Char fortalecerá la caja del Distrito. A finales del año pasado, el concejo de Barranquilla le dio un impulso subiendo impuestos antes de que se posesionara.
A finales del año pasado, el Concejo de Barranquilla reformó el estatuto tributario. El proyecto de acuerdo, que rige a partir de este año, aumentó el impuesto de alumbrado público y el de Industria y Comercio (ICA).
Como detalló La Contratopedia, la ciudad cobrará un ICA entre el 14 y 173 por ciento más costoso (dependiendo la actividad comercial) y el impuesto de alumbrado público a partir del estrato tres subirá entre el 20 y el 29 por ciento.
Los gremios, que han estado alineados con el proyecto de ciudad de la casa Char, cuestionaron la decisión.
En un extenso comunicado firmado por el Comité Intergremial Atlántico, Acopi, Fenalco, Cámara de Comercio de Barranquilla, la Andi y 10 gremios más, señalan que las modificaciones tributarias “ocasionarán un impacto negativo en la economía local, pérdida de competitividad de las empresas, y alzas en el costo de vida”.
“No es conveniente que decisiones tributarias de esta magnitud se tomen sin la necesaria concertación con el sector productivo y sin la búsqueda de acuerdos que permitan alinear las necesidades de financiación del Distrito de Barranquilla con la capacidad de pago de los contribuyentes”, reza el comunicado.
Pese al rechazo de los gremios, es un pulso que ya ganó el Concejo en favor de Char.
En la instalación del cabildo y aunque la ciudad ya no vive la misma bonanza, Char les expresó a los concejales que su proyecto de ciudad será igual de ambicioso a sus dos anteriores: “Esta ciudad necesita que el Estado distrital invierta en su gente, no nos puede dar miedo cuando pasemos proyectos de un billón, cuatro billones. Esa plata tiene que llegar a la gente”.
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