Desde la firma del Acuerdo de París en 2015, los gobiernos de todo el mundo han estado revisando y actualizando sus políticas energéticas y climáticas. Un denominador común en estas revisiones es el compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050 y 2060. Sin embargo, el camino hacia este objetivo implica no solo una transformación en la infraestructura energética, sino también incluir conceptos, mediciones, realidades y particularidades de cada país y de sus entornos sociales, ambientales, económicos y políticos.

Asean son países asociados a las Asociaciones de Transición Energética Justa (JETPs, por sus siglas en inglés) (Indonesia y Vietnam), con una la población de 700 millones de personas y un crecimiento en la demanda de energía de 3% por año, significa que la inversión en infraestructura energética necesaria en la región para 2030 es de $150 mil millones.

La investigación de la Asean destaca la necesidad de una inversión energética justa, que no solo se centre en la mitigación de emisiones, sino que también contribuya a la equidad, igualdad e inclusión. La investigación resalta que países como Estados Unidos, Sudáfrica y Colombia vienen avanzando desde hace varios años en esta dirección.

El índice de Inversión Energética Justa (JEI), se basa en cinco principios fundamentales: distributiva, procedimental, justicia restaurativa, reconocimiento y dar voz a los interesados. Estos principios sirven como un marco integral para evaluar la equidad en las políticas energéticas.

Los aspectos destacados están relacionado con la justicia restaurativa desde el inicio de un proyecto energético y la inclusión, costos de desmantelamiento y gestión de residuos para la evaluación de proyecto. Este último tiene elementos aun por resolver pues para los proyectos de energías eólicas, solares, de hidrogeno inclusive nuclear aún no se tiene claro la disposición de materiales obsoletos como son baterías, químicos y los llamados nuevos metales.

Las conclusiones, la investigación destaca la necesidad de difundir tecnologías de bajas emisiones de carbono y reconoce el aporte de las JETPs. El JEI se convierte en una alternativa para evaluar el desempeño de estas asociaciones y contribuye en el análisis de una transición energética justa y sostenible en la Asean.

Los esfuerzos que han hecho las empresas nacionales y extranjeras por incluir a la partes interesadas desde un principio, con especial cuidado y dedicación con el involucramiento de minorías y poblaciones vulnerables; así mismo en cumplir con los Principios Rectores de Naciones Unidas tanto en las fases de diseño, construcción y operación que ha convertido en referente positivo en el mundo. Tampoco se puede pasar por alto las políticas públicas resultado de las propuestas colegiadas desde los gremios y en alianza con los centros de estudio especializados, la academia y los gobiernos. Lastimosamente se han frenado proyectos en curso y en consecuencia retirado inversionistas importantes.

Otro asunto de gran importancia está relacionado con la autosuficiencia y soberanía energética que también está asociada a la capacidad de generar externalidades como son los encadenamientos productivos, el empleo digno, las inversiones sociales y ambientales en las regiones y lo que es más importante la generación de recursos para mejorar los índices de pobreza, de infraestructura y de desarrollo en las regiones apartadas son generadas por la industria minero energética; situación que es la característica de algunos países de la región, verbigracia: Brasil, Colombia, Argentina, Guyana, Ecuador, Perú y Venezuela.

QOSHE - Más que una inversión energética - Ramiro Santa
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Más que una inversión energética

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02.03.2024

Desde la firma del Acuerdo de París en 2015, los gobiernos de todo el mundo han estado revisando y actualizando sus políticas energéticas y climáticas. Un denominador común en estas revisiones es el compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050 y 2060. Sin embargo, el camino hacia este objetivo implica no solo una transformación en la infraestructura energética, sino también incluir conceptos, mediciones, realidades y particularidades de cada país y de sus entornos sociales, ambientales, económicos y políticos.

Asean son países asociados a las Asociaciones de Transición Energética Justa (JETPs, por sus siglas en inglés) (Indonesia y Vietnam), con una la población de 700 millones de personas y un crecimiento en la demanda de energía de 3% por año, significa que la inversión en infraestructura energética necesaria en la región para 2030 es de $150 mil millones.

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