No hay discurso que valga para ver el pacto de Sánchez con Bildu en Pamplona como algo moralmente aceptable y políticamente digno. Referirse a la formación aberzale como un “partido democrático y progresista” es una indecencia que supone olvidar a los 27 asesinados por ETA en Navarra.

La entrega de la Alcaldía de Pamplona a Bildu significa para los aberzales no su victoria, sino la victoria de ETA sobre la sociedad española en su conjunto, y sobre la navarra en particular. Todavía hay algún socialista que defiende que lo que se busca con esto es atraer a Bildu al terreno constitucional. Pero no es más que una mala excusa para una militancia que traga con todo, a la que se le puede prometer una cosa los días pares y lo contrario los impares, si así conviene a su jefe.

Cuando Otegi ofreció los votos de EH Bildu a Pedro Sánchez para la investidura, dijo que los entregaba a cambio de nada, pero ya se ha visto que era otra mentira. Se los dio a cambio de la Alcaldía de Pamplona y probablemente de otros regalos que se irán viendo en los próximos meses.

Con este pacto, calificado acertadamente por Feijóo, de “pacto encapuchado”, la izquierda abertzale va camino de conseguir, merced al socialismo más genuflexo de la historia, todo lo que ETA no logró durante los años de plomo derramando sangre, también socialista. Hoy cobra vigencia aquella frase lapidaria de la madre de Joseba Pagazaurtundua a Patxi López, extensible hoy a Pedro Sánchez y a María Victoria Chivite: “Harás cosas que nos helarán la sangre”.

Para referirse a los aventureros que perdieron el control de sus actos, se dice que Zeus enloquece a los que quiere perder. Así será, porque cuando se pacta como se ha pactado con Bildu, es seguro que lo peor está por llegar para quien con tal frivolidad se aventura en esas aguas. Y solo hay una razón que explique esta degradación ética del socialismo español: la obsesión de la familia progresista-separatista en la que el padre es Pedro y los cuñados Carles, Arnaldo y Oriol, de presumir de liberar un nuevo territorio de las garras del fascismo. La delicada piel socialista, que tanto se resiente frente al PP y a Vox, se convierte en epidermis de elefante para repeler el clamor de las víctimas de ETA, otra vez traicionadas por el PSOE, otra vez humilladas por los pactos de Sánchez.

Créanme si les digo que la fanfarria de la desmemoria ya está siendo afinada. Ese olvido selectivo que persigue fantasmas y abre sepulcros de siglos pasados, cubre sin pudor con flores de plástico y velas con olor a fresa, las tumbas que nos interpelan como sociedad, olvidando que los que allí yacen murieron en nuestro nombre.

Como afirmó el escritor y político Benedetto Croce, al ver cómo su país se rendía sin lucha al fascismo, “ni lejanamente se me hubiera ocurrido pensar que Italia se dejara quitar de las manos la libertad que le había costado tantos esfuerzos y que su generación la consideraba conquistada para siempre”.

Pierdan la esperanza de ver algo de decencia moral en el presidente Sánchez. Pero habrá un día en el que los socialistas lleguen al final de su alocada escapada, echen la mirada atrás, y se den cuenta de la magnitud de los destrozos ocasionados. Queda por saber cuándo les volverá la cordura, y si podrá recuperarse algo de la escombrera política, económica y moral que nos dejarán en herencia.

QOSHE - Impuesto revolucionario - José Antonio Constenla
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Impuesto revolucionario

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02.01.2024

No hay discurso que valga para ver el pacto de Sánchez con Bildu en Pamplona como algo moralmente aceptable y políticamente digno. Referirse a la formación aberzale como un “partido democrático y progresista” es una indecencia que supone olvidar a los 27 asesinados por ETA en Navarra.

La entrega de la Alcaldía de Pamplona a Bildu significa para los aberzales no su victoria, sino la victoria de ETA sobre la sociedad española en su conjunto, y sobre la navarra en particular. Todavía hay algún socialista que defiende que lo que se busca con esto es atraer a Bildu al terreno constitucional. Pero no es más que una mala excusa para una militancia que traga con todo, a la que se le puede prometer una cosa los días pares y lo contrario los impares, si así conviene a su jefe.

Cuando Otegi ofreció los votos de EH Bildu a Pedro........

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