Se ganó, y era importante; inicio de Liga, juego en Palogrande previo a dos seguidos por fuera, cinco nuevos nombres en la formación titular, ante un público prevenido que reflejó su descontento reduciendo en un 60% la compra de abonos, y luego del "oso" en Perú.

Me refiero al amistoso internacional contra Alianza Lima frente a 45 mil espectadores, en el que Once Caldas lució un uniforme de entrenamiento, y el técnico utilizó los 22 jugadores que llevó para mirarlos, como si fuera una práctica en su sede campestre cerca a Chinchiná.

El 2-1 sobre Chicó, remontando, con pocos brillos particulares y exiguos reflejos colectivos, fue alabado por una hinchada que no entiende como un equipo con dificultades se estructura sin solucionar sus vacíos, y sobre los mismos trazos errados del pasado, que contienen cantidad por encima de calidad, y sin figuras atractivas.

Historia repetida de un presidente que hasta la saciedad demuestra falta de audacia, de ambición, desconocimiento del negocio, miedo a invertir porque la base de su economía es el ahorro, e incapacidad para adentrarse en el mundo del fútbol, y sus grandes referentes.

Once Caldas se armó completando las plazas, no mejorando el contenido, y por eso, exceptuando los arqueros, y después de dos partidos, los refuerzos no resaltan, con la sensación de que faltaron extremos, otro volante de marca, y hasta un atacante definidor.

Triunfo en la apertura del torneo con lo justo. Algo va de regalar terreno y pelota para contratacar, a que el contrario no permita tenerla, que fue lo que sucedió. Primer tiempo confuso, salvado por James Aguirre en doble atajada espectacular a remates de Frank Lozano.

Aún así, el visitante se adelantó en el tanteador después de un disparo de Balanta, rebote sin respaldo de los defensores, y gol de Banguero. En el cierre llegó la paridad con Santiago Mera, rematando arriba acción previa de Torres y Arce. Alivio inmenso para ir al vestuario, y replantear.

Al minuto 51, castigo máximo para Iván Rojas, y al 64, salida rápida, a tres toques largos, Beltrán, Arce, cambio de orientación a Dayro, y anotación 218 para el implacable goleador que superó a Valenciano (217), poniéndose a seis de Galván Rey (224) en el listado de los artilleros históricos del FPC.

Más adelante, Ángelo Peña del Chicó también recibió tarjeta roja, se equipararon las cuentas, el visitante cargó tintas, se montó, y al 90, otra vez Aguirre, vestido de héroe, sacó un cabezazo a Juan Felipe Castaño, un muchacho manizaleño que debutó con los ajedrezados. Antes, por doble amarilla se había ido Mauricio Castaño. Inédito: dos

jugadores en su partido de estreno se fueron expulsados.

Interesante comenzar con victoria, lo celebró la hinchada, ante la preocupación por el rendimiento, y por las respuestas personales, pues aparte del golero Aguirre, Dayro que es gol, y Beltrán y Arce, en segunda escala, y eso en el complemento, nada más.

Los nuevos, de campo, en deuda, ni Gustavo Torres, supuestamente el de cartel, lo que no extraña, pues fue lo que contrataron, corroborando, vistos dos encuentros sumando el amistoso, que no se cuenta con hombres desequilibrantes, ni los buscaron.

Se ganó, un respiro para el cuerpo técnico dentro del propósito de perfeccionar sus ideas, con demasiado por desplegar, no solo para elevar niveles individuales, sino para generar confianza, esa que escasea, que desmotivó la venta de abonos, y que, en términos generales, hace que se vea a Once Caldas como equipo de flojo armado para el campeonato.

Hasta la próxima...

QOSHE - El deber de la victoria - Mario César Otálvaro
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El deber de la victoria

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23.01.2024

Se ganó, y era importante; inicio de Liga, juego en Palogrande previo a dos seguidos por fuera, cinco nuevos nombres en la formación titular, ante un público prevenido que reflejó su descontento reduciendo en un 60% la compra de abonos, y luego del "oso" en Perú.

Me refiero al amistoso internacional contra Alianza Lima frente a 45 mil espectadores, en el que Once Caldas lució un uniforme de entrenamiento, y el técnico utilizó los 22 jugadores que llevó para mirarlos, como si fuera una práctica en su sede campestre cerca a Chinchiná.

El 2-1 sobre Chicó, remontando, con pocos brillos particulares y exiguos reflejos colectivos, fue alabado por una hinchada que no entiende como un equipo con dificultades se estructura sin solucionar sus vacíos, y sobre los mismos trazos errados del pasado, que contienen cantidad por encima de calidad, y sin figuras atractivas.

Historia repetida........

© La Patria


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