En contra de lo que pudiera creerse, ha tenido que ser el Parlamento Europeo el que demande al español para que los crímenes pendientes de ETA se investiguen, nada más que 377 asesinatos aún sin resolver. No salió de nosotros, no, sino de una institución extranjera, lo que dice mucho de la patología de las nuestras. Así, el hijo de un asesinado por la banda puede encontrarse por la calle con la fiera -ya medio blanqueada- y no lo sabe, y la saluda, y hasta se podría tomar unos txiquitos (nuestros chatos) con él/ella a nueve milímetros de distancia. Pero la historia no termina ahí, el Gobierno y quienes lo apoyan deciden a finales del pasado año olvidarse de los terroristas y sus jefes. La justicia y la verdad no valen nada frente a la impunidad. Y pienso en un rayo zigzagueante que rompe en la noche de Madrid.

Añado: el Gobierno declara secretas las citas con Junts y el verificador, lo que es tanto como el uso del esparadrapo con el iluminador y los taquígrafos. Bueno, podrían contratar también a Marisa Paredes para que prorrumpiera con alguna exquisitez,como la del otro día en el entierro de Concha Velasco contra Ayuso, e intentar espantar así a los periodistas latosos. La pregunta es si… ¿acaso nos están diciendo que no cumplamos las leyes que no nos interesen, como hacen ellos, aunque no tengamos a los abogados del Estado y todos los aparatos del ídem a nuestro servicio?

Pero esos mismos individuos, u otros de parecidas hechuras ideológicas, son los que todavía tienen clasificados muchos papeles del asesinato de Carrero Blanco, cincuenta años después. Deciden lo que podemos saber, y es que así tapan sus vergüenzas y los crímenes de antaño que si hoy se conocieran multiplicarían la desafección nacional. Es más, se empeñan en meter a empellones a la CIA, que queda más bonito y antiimperialista (que antes se decía), porque no les cabe en la cabeza que el comando Txiquia, con Argala al frente, pudiera ejecutar el magnicidio. Desconocen, claro, que entre 1870 y 1973 habíamos asesinado entre nosotros solo a cinco presidentes del Gobierno, sin la Agencia de por medio, Prim, Cánovas, Canalejas, Dato y el susodicho almirante. Tampoco John Hinckley Jr. le pegó un tiro al presidente Reagan en 1981, tuvo que ser, necesariamente, según ellos, un agente del KGB. Lo que sí me gustaría saber es quién era el tipo del Hotel Mindanao, en Madrid -si es que existe y no estamos dando vueltas en círculo- que le dio un papelito a Ezquerra abriendo la puerta a la explosión de Claudio Coello. Genoveva Forest y Alfonso Sastre, que entonces hacían el mal por la capital, debían de saber algo, seguro.

Pero si hasta se quiere que no se llame terrorista a los terroristas, caso del papá de Pablo Iglesias, Francisco Javier, militante del grupo terrorista FRAP, cosa a la que se atrevió Cayetana Álvarez de Toledo y que ha ganado en los juzgados para mayor gloria de la libertad de expresión.

No obstante, estas cosas poco le interesan a Juan Espadas que advierte, absorto, como le salen contestatarios de debajo de las piedras. Hombre, Juan, por el amor de Dios, primarias y un congreso extraordinario, ¿sabes lo que has perdido en alcaldías, diputaciones, diputados y senadores? Un ejemplo, tu padrino no tendría que pactar con los golpistas si no se te hubieran ido unas cuantas actas del Congreso, o en el Senado el PP no gozaría de mayoría absoluta para zancadillear algunas tropelías. Quien tiene el nombre dañado, está medio ahorcado, reza un proverbio del siglo XVI.

No es muy distinta la cosa por aquí. Veo de lejos cómo se acerca sigilosamente el fondo británico Bybrook al Hotel Villa Padierna para hacerlo suyo después de que la matriz entrara en concurso. ¡Atención todos los administradores concursales que en el mundo ha sido! Le voy a proponer a Robe Iniesta, que vuelve a los escenarios, unas nuevas letras.

Bueno, antes de las dos vueltas a la llave, quiero darle un sentido adiós a Antonio Burgos, orgullo de Andalucía, maestro de escritores y periodistas de la tierra, que hizo del costumbrismo literario, también, un referente personal luminoso. Quevedo no supo que le dedicaría a Antonio estos versos suyos muchos años después de escribirlos:

¿Cómo de entre mis manos te resbalas?

¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!

¡Qué mudos pasos traes, oh, muerte fría,

pues con callado pie todo lo igualas!

QOSHE - A nueve milímetros - Vicente Almenara
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A nueve milímetros

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24.12.2023

En contra de lo que pudiera creerse, ha tenido que ser el Parlamento Europeo el que demande al español para que los crímenes pendientes de ETA se investiguen, nada más que 377 asesinatos aún sin resolver. No salió de nosotros, no, sino de una institución extranjera, lo que dice mucho de la patología de las nuestras. Así, el hijo de un asesinado por la banda puede encontrarse por la calle con la fiera -ya medio blanqueada- y no lo sabe, y la saluda, y hasta se podría tomar unos txiquitos (nuestros chatos) con él/ella a nueve milímetros de distancia. Pero la historia no termina ahí, el Gobierno y quienes lo apoyan deciden a finales del pasado año olvidarse de los terroristas y sus jefes. La justicia y la verdad no valen nada frente a la impunidad. Y pienso en un rayo zigzagueante que rompe en la noche de Madrid.

Añado: el Gobierno declara secretas las citas con Junts y el verificador, lo que es tanto como el uso del esparadrapo con el iluminador y los taquígrafos. Bueno, podrían contratar también a Marisa Paredes para que prorrumpiera con alguna exquisitez,como la del otro día en el........

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