Si la pasada semana estuvo marcada por la caída de la renta variable, esta lo estuvo por la publicación de noticias macro. Desde el pasado miércoles, hemos ido conociendo los nuevos datos del IPC de algunas de las principales economías mundiales: la inflación de EEUU repuntó hasta el 3´5% en marzo, la de Alemania se situó en el 2´2% (nivel más bajo desde 2021), y aquí en España, los precios subieron hasta el 3´2% por el incremento de la luz y la gasolina, con la subyacente controlada en el 3´3%.

La elevada inflación que siguen registrando la mayoría de los países, vuelve a ser determinante en las decisiones de los bancos centrales. La Fed, en su reunión, apuntó que ve necesaria una caída de los precios más contundente para poder empezar a recortar los tipos de interés. Por su parte, el BCE decidió el jueves mantener los suyos en el actual nivel del 4´5%, dejando la puerta abierta a hacer a mediados de año el primer recorte desde julio de 2022.

Aquí, el Ibex bajó un 2´11% en las últimas cinco sesiones, sin conseguir recuperar el nivel de los 11.000 enteros, lastrado principalmente por BBVA, que cayó un 8´68% lastrado por el primer reparto de dividendos de 2024 de 0´39 €/acción, dividendo complementario a cargo del ejercicio 2023. En el lado positivo, Naturgy (+4´31%) y Merlín (+4´43%), impulsada la inmobiliaria por las recomendaciones de compra de varias entidades financieras.

El resto de bolsas se comportaron de manera dispar: signo mixto en Wall Street y en Asia y negativo en Europa, obteniendo rentabilidades cercanas al 1% en el caso del Ftse londinense, dando un giro a final de la semana tras las declaraciones de Christine Lagarde el pasado jueves que acercan la primera bajada de tipos de interés.

Pocos cambios en los mercados de deuda y materias primas. En los primeros, la rentabilidad del bono a 10 años fue del 3´18% en el español y del 2´36% en su homólogo alemán, situándose la prima de riesgo en los 82 puntos básicos. Solo el bono estadounidense destacó en la renta fija, escalando por encima del 4´50%. En los segundos, el barril de Brent cerró en los 90 dólares, cercanos a máximos desde octubre. En los de divisas, el fixing euro/dólar se situó en las 1´06 unidades y en los de criptomonedas, el bitcoin terminó próximo a los 70.000, un 2% más que la semana anterior.

Los recortes de estas últimas jornadas debemos interpretarlos en clave positiva. Si los bancos centrales -como esperan todos los analistas- flexibilizan en el segundo semestre del año sus férreas políticas monetarias, el presente ejercicio va a ser un buen año bursátil.