Cuando nadie esperaba a estas alturas una deslocalización de las de antes, con traslado de producción a un país con costes más baratos, el pasado viernes supimos del anuncio del grupo estadounidense Trico de trasladar la fabricación de bombas de agua para automoción de la planta de su filial Airtex en Zaragoza a Rumanía. Una decisión que conlleva el despido de 120 de los 153 trabajadores de la empresa, que tiene su sede en Plaza.

La noticia supone un auténtico mazazo para la industria aragonesa en general y para la de la automoción en particular, que ve cómo una pyme surgida en Zaragoza en 1949 con el nombre de Talleres Larraz, adquirida por Airtex en 1993, se desinfla después de registrar a lo largo de los últimos lustros una actividad productiva creciente y positivos resultados económicos.

Bajo la batuta de Eduardo Sanz –y antes, de José Miguel Guinda– he visto la evolución al alza de una pyme que ha mantenido en los últimos 20 años elevados estándares de calidad, que ha demostrado orgullo zaragozano independientemente de sus cambios de dueños, creando empleo y riqueza en la región con un traslado del polígono Cogullada a Plaza para crecer más y recibiendo premios. Pese a todo ello, y como comentó el viernes Ana Sánchez, secretaria general de Industria de CC. OO. Aragón, el sindicato con más representación en la empresa, la multinacional propietaria, Trico, opta por una decisión que no se plantea por causas económicas, ya que Airtex «obtiene beneficios y se encuentra en una situación de negocio positiva». Inexplicable.

La deslocalización de la producción de Airtex se produce en un momento de redefinición de la industria del automóvil hacia un modelo marcado por la previsible utilización masiva de vehículos eléctricos. Un escenario que también se ve influenciado por los efectos que tuvo en el sector la pandemia de la covid-19, entre ellos el desajuste en el tráfico internacional de mercancías, que puso de manifiesto la vulnerabilidad de la industria en países europeos y americanos, que –globalización mediante– en muchos casos depende (aún hoy) de la recepción de componentes procedentes de Asia.

Para recortar la dependencia de países como China y para asegurarse un futuro en esa redefinición de la movilidad en la que estamos inmersos, es importante contar cerca de fábricas de automóviles como la de Stellantis en Figueruelas con los proveedores más importantes. Por ello conviene que esa industria auxiliar aragonesa que ha demostrado ponerse al día en estos años siga haciéndolo y que incluso se vea acompañada en un plazo no muy lejano en el tiempo de una gigafactoría de baterías para coches eléctricos como la que plantea instalar en Zaragoza la propia Stellantis.

El Instituto Español de Analistas presentó la semana pasada en su estreno en Zaragoza un informe que aborda esta realidad. El estudio, firmado por Francisco Cobo, subraya que en un momento en el que Estados Unidos y países de la UE se están planteando rediseñar sus políticas industriales para reducir dependencias del exterior que pueden ser claves para su economía, España puede jugar un papel importante dentro del proyecto europeo de reindustrialización. En ese papel será fundamental en Aragón la aportación de pymes ágiles y flexibles (como lo ha sido Airtex) y la consolidación del compromiso de Stellantis en una región que le ha demostrado tanto.

QOSHE - Relocalización industrial - Luis H. Menéndez
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Relocalización industrial

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13.11.2023

Cuando nadie esperaba a estas alturas una deslocalización de las de antes, con traslado de producción a un país con costes más baratos, el pasado viernes supimos del anuncio del grupo estadounidense Trico de trasladar la fabricación de bombas de agua para automoción de la planta de su filial Airtex en Zaragoza a Rumanía. Una decisión que conlleva el despido de 120 de los 153 trabajadores de la empresa, que tiene su sede en Plaza.

La noticia supone un auténtico mazazo para la industria aragonesa en general y para la de la automoción en particular, que ve cómo una pyme surgida en Zaragoza en 1949 con el nombre de Talleres Larraz, adquirida por Airtex en 1993, se desinfla después de registrar a lo largo de los últimos lustros una actividad productiva creciente y positivos resultados económicos.

Bajo la batuta de Eduardo Sanz –y........

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