En la semana «Cuéntame» ha ingresado en el panteón de los talentos inmortales Concha Velasco. Las generaciones que atravesó la popular serie tuvieron de banda sonora alguna canción de la Velasco y naturalmente sus interpretaciones, y entre ellas su preferida, «Teresa de Jesús». Hoy, cuando imaginamos a la Santa de Alba de Tormes, cuyas fiestas no pudo pregonar, le ponemos cara de Concha Velasco, igual que cuando imaginamos a la castiza Susana de La Verbena de la Paloma lo hacemos con el rostro de la Velasco, de la que ha dicho su amigo José Sacristán –«a Salamanca no se va, se peregrina»– que era de las que entran pocas en el kilo. Allá por abril de 1964 el elenco de la película «La verbena de la Paloma» vino a Salamanca para el estreno como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que el autor de la verbena, Tomás Bretón, es salmantino. Al frente del desembarco de artistas están Miguel Ligero y Conchita Velasco, pero también el director José Luis Sáez de Heredia, cuyo amor por la actriz haría que cantase el legendario «Chica ye-yé» con todo lo que eso supuso para la intérprete, ya que inicialmente iba a ser Luis Aguilé su cantante. El estreno tiene lugar en el Bretón con éxito de público y crítica, y la visita a Salamanca incluye un homenaje al compositor, que tiene lugar ante su busto, que entonces se encontraba en la calle de España, donde hoy se alza el Monumento al Empresario. Las «gacetas» del 4 y 5 de abril de 1964 dan cuenta de aquella noticia e incluso acogen la primera entrevista a la estrella emergente. Ayer, el busto de Bretón, situado ahora en la plaza de su nombre, recibió el homenaje de la Tuna Universitaria Salmantina coincidiendo con el centenario de la muerte del compositor salmantino, que quizá haya felicitado ya a la actriz que encarnó a su Susana de «La Paloma». Bretón y la tuna tuvieron una relación especial plasmada en obras como «Cuidado con los estudiantes», después retitulada como «Estudiantes y alguaciles», también con «La estudiantina de Granada» y el pasodoble que dedicó a la «Tuna Escolar de Salamanca», de la que era presidente honorario desde 1909 y acompañó al maestro en sus entradas triunfales en Salamanca. Lo recordaba ayer Miguel Ángel Núñez, portavoz de la Tuna Universitaria Salmantina, rodeado de sus compañeros tunos y un feliz Bretón con la beca de tuno. Tunos que interpretaron el famoso pasacalles de «La Dolores» con talento. La Velasco se hubiese roto las palmas aplaudiendo.
Aún queda año Bretón, recordó ayer junto al fantasma del teatro Bretón, la concejala Almudena Parres. Habrá un concierto, la presentación de un disco, la clausura de la exposición de Bretón en la Torre de los Anaya, alguna conferencia, y se espera también el acto vecinal de homenaje a Bretón de su barrio y algún recuerdo el 29 de diciembre coincidiendo con la fecha de su nacimiento. Con el permiso de Unamuno y su 31 de diciembre, este mes lo es también de don Tomás. En el homenaje tunero coincidí con Víctor Moro y Josefa Montero. Moro es un clásico de nuestra música, del pop a la música culta, y un tipo de memoria prodigiosa, como la de Montero, que atesora conocimientos extraordinarios de nuestra música y músicos. Los tres coincidimos en que Bretón debería tener un recuerdo anual permanente más allá de este año del centenario.
Así vamos entrando en la Navidad. Ya tenemos a las ilustres turroneras y el primer belén en la Torre de los Anaya, al que se irán sumando otros, igual que tendremos la luz navideña que ya han encendido en Ciudad Rodrigo o Guijuelo, y un parque de Navidad allá por la Catedral, que muestra en una de sus fachadas el nacimiento más hermoso de los que hay en Salamanca. Todo ello hace que nos planteemos una ruta navideña capitalina.
Hasta el frío propio de la Navidad ha hecho acto de presencia, y guantes y bufandas están a la orden del día, como la llegada de turistas para el puente o sencillamente de salmantinos ausentes, que van viniendo a casa por Navidad. Esto puede incluir a Carmelo Gómez, el actor, que fue un tiempo vecino y estudiante salmantino.
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La Susana de Bretón
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03.12.2023
En la semana «Cuéntame» ha ingresado en el panteón de los talentos inmortales Concha Velasco. Las generaciones que atravesó la popular serie tuvieron de banda sonora alguna canción de la Velasco y naturalmente sus interpretaciones, y entre ellas su preferida, «Teresa de Jesús». Hoy, cuando imaginamos a la Santa de Alba de Tormes, cuyas fiestas no pudo pregonar, le ponemos cara de Concha Velasco, igual que cuando imaginamos a la castiza Susana de La Verbena de la Paloma lo hacemos con el rostro de la Velasco, de la que ha dicho su amigo José Sacristán –«a Salamanca no se va, se peregrina»– que era de las que entran pocas en el kilo. Allá por abril de 1964 el elenco de la película «La verbena de la Paloma» vino a Salamanca para el estreno como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que el autor de la verbena, Tomás Bretón, es salmantino. Al frente del desembarco de artistas están Miguel Ligero y Conchita Velasco, pero también el director José Luis Sáez de Heredia, cuyo amor por la actriz haría que cantase el........
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