Estos días se cumple un mes desde que se colgaron por todas las calles, plazas y avenidas de Salamanca las instalaciones eléctricas con los correspondientes adornos navideños. Lo más curioso es que a pesar de que se colocaron hace tantísimo tiempo han permanecido hasta la fecha completamente apagadas. Es como cuando en un concierto no acaba de salir el artista y para que no se impaciente la peña, se mandan a los pipas a maniobrar con innecesarias pruebas de sonido o a un presentador enrollado para que cuente unos chistes.

Recordemos que están amenazando nuestras cabezas desde finales de octubre. De hecho, si no recuerdo mal, se instalaron antes de aquellas salvajes rachas de viento que sufrimos a principios de mes y que resultaron tan fatales para algunos árboles de Federico Anaya.

Estos días por fin el Ayuntamiento ha anunciado que se procederá al encendido el próximo 5 de diciembre. No se han encendido antes por fomentar el ahorro energético, nos explican en un supremo ataque de responsabilidad repentino.

La idea es brillantísima: las colocamos antes que nadie pero también se encienden más tarde que nunca. Con lo primero, colocar la instalación eléctrica con los adornos tan temprano, se evitan las protestas de esa parte de la afición que en cuanto asoma el otoño por el horizonte comienza a dar el coñazo pidiendo las luces navideñas porque incentivan el consumo local. Pero al mismo tiempo, como quien no quiere la cosa, se mantiene la instalación apagada para que tampoco se amotinen los vecinos que exigen austeridad y ahorro energético.

Se trata de aplicar la conocida empírica del condicionamiento pavloviano. Recuerden: Pávlov se dio cuenta de que al ponerle la comida al perro, este salivaba. Entonces decidió que al servirle los alimentos tocaría una campana, de modo que el perro escuchaba la campana y asociando este sonido a su alimento empezaba a salivar. Incluso aunque después no llegara inmediatamente la comida.

No sé de qué cerebro municipal habrá partido la idea pero me parece tremendamente ingeniosa. De una astucia y perspicacia única y genial. El personal ve los adornos navideños colocados en lo alto y aunque las luces estén apagadas comienza a salivar y se lanza en carrera hacia las superficies comerciales.

Es más que justo reconocer la inteligente sagacidad en este caso del Ayuntamiento y desde aquí le enviamos nuestra felicitación. Es más, creo que es una idea tan maravillosa y original que debería exportarse a todos los ayuntamientos de España.

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QOSHE - Una idea brillantísima - Juan Mari Montes
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Una idea brillantísima

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28.11.2023

Estos días se cumple un mes desde que se colgaron por todas las calles, plazas y avenidas de Salamanca las instalaciones eléctricas con los correspondientes adornos navideños. Lo más curioso es que a pesar de que se colocaron hace tantísimo tiempo han permanecido hasta la fecha completamente apagadas. Es como cuando en un concierto no acaba de salir el artista y para que no se impaciente la peña, se mandan a los pipas a maniobrar con innecesarias pruebas de sonido o a un presentador enrollado para que cuente unos chistes.

Recordemos que están amenazando nuestras cabezas desde finales de octubre. De hecho, si no recuerdo mal, se instalaron........

© Gaceta de Salamanca


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