Con enorme orgullo y satisfacción, como diría el emérito, confesaba nuestro concejal de Turismo, que había recibido la noticia del récord de visitantes a Salamanca. Y al mismo tiempo, como es habitual entre nuestras autoridades, se atribuía en exclusiva el mérito ignorando esos estudios que indican que el cambio climático ha comenzado a determinar el flujo de los destinos turísticos hacia las ciudades de privilegiado patrimonio monumental con temperaturas más tolerables que las cada vez más insoportables costeras del sur.

Pero a lo que iba. Dice el concejal que ahora el reto es dar motivos al visitante para salirse del centro de la ciudad. Ojo, que eso puede resultar fatal si pretende que se vayan con buen sabor de boca. Espero que el concejal no esté pensando en que puedan darse un garbeo por cualquiera de nuestros barrios. Con la única excepción del Barrio del Oeste, convertido en toda una galería de arte al aire libre gracias a la asociación Zoes, podríamos jorobarle todo el encanto a su visita inolvidable.

Por no irme lejos, en Garrido donde vivo, tan abandonado (excepto por los empresarios en busca de sede para salones de apuestas), la cosa clama tanto al cielo, que hasta se habían olvidado de retirar la instalación navideña de la Plaza de Barcelona. Todo un síntoma. Algunos vecinos pensaban que más que olvidarse, nuestras autoridades se habrían planteado dejarla ahí de cara a la Navidad del 2024 haciendo compañía a los sin techo que duermen en los soportales.

Estos días el PSOE denunciaba el lamentable estado en que se encuentra la pasarela de Vialia, ese pasillo frecuentadísimo que une Garrido con el Rollo cuyo principal problema ya no es el aspecto cutre y descuidado que ofrece habitualmente el alfombrado de hierba artificial que lo cubre sino lo traicionero que se vuelve siempre invitando al tropezón y al resbalón tras jornadas de hielo y lluvia.

Aunque la verdad es que tampoco hace falta atravesar esa pasarela para aventurarse a este tipo de peligros. Los huecos, baches y losetas desniveladas que se encuentran democráticamente repartidos por todas las calles del barrio, de estrechísimas aceras y más que habituales reventones, están a la vista de todos.

La única esperanza que nos puede salvar para que no vean toda esta dejadez es que les resultará imposible aparcar, aunque eso sí, también tenemos un solar (el antiguo Mercasalamanca) de 35.000 metros cuadrados completamente abandonado soñando con convertirse en parking cualquier siglo de estos.

Comenta Reporta un error

QOSHE - Barrios olvidados - Juan Mari Montes
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Barrios olvidados

4 0
30.01.2024

Con enorme orgullo y satisfacción, como diría el emérito, confesaba nuestro concejal de Turismo, que había recibido la noticia del récord de visitantes a Salamanca. Y al mismo tiempo, como es habitual entre nuestras autoridades, se atribuía en exclusiva el mérito ignorando esos estudios que indican que el cambio climático ha comenzado a determinar el flujo de los destinos turísticos hacia las ciudades de privilegiado patrimonio monumental con temperaturas más tolerables que las cada vez más insoportables costeras del sur.

Pero a lo que iba. Dice el concejal que ahora el reto es dar motivos al visitante para salirse del centro de la........

© Gaceta de Salamanca


Get it on Google Play