El jueves pasado, día 2 de mayo, el candidato del PSC en las próximas elecciones catalanas dijo que no piensa pactar con ningún partido constitucionalista y, de paso, le ofreció a Puigdemont un acuerdo que el huido rechazó de inmediato.
Ese mismo día se hizo pública una declaración firmada por conocidos representantes de Sociedad Civil Catalana, y también por otros pensadores políticos como el vasco Nicolás Redondo, donde puede leerse:
«Seremos claros: Salvador Illa, que negó antes de las pasadas elecciones generales que fuera a haber amnistía, que ha apoyado con entusiasmo todos los excesos de Pedro Sánchez, no puede venderse como un candidato «constitucionalista» y que «superará el independentismo», puesto que aceptando la amnistía, jaleando la política lingüística discriminatoria de la Generalitat o aceptando negociaciones espurias en el extranjero sobre cuestiones básicas que afectan a las instituciones o a los derechos fundamentales, se ha apartado de la senda constitucional, por más que pretenda hacer ver que la defiende cuando ello conviene a sus intereses electorales.» Yo creo que nadie en Cataluña piensa que la independencia traerá algún beneficio a sus habitantes. Una Cataluña con una fecundidad por los suelos y una inmigración musulmana creciente. En efecto, Pujol no quería que hacia Cataluña se encaminase gente de habla castellana, como sí había ocurrido en el siglo XX, así que prefirió las mezquitas a las iglesias, ¡tan católico él!
Los mencionados firmantes del manifiesto nos recuerdan que «los partidos secesionistas, durante los peores años del «procés», violaron los derechos de los diputados de la oposición, aprobaron leyes de desconexión contraviniendo resoluciones judiciales y yendo en contra de la Constitución y del Estatuto de Autonomía y, con ello, nuestros derechos ciudadanos, al tiempo que se pretendió formalizar un supuesto derecho de autodeterminación, sin cabida en la Carta Magna».
El manifiesto llama a votar, pues es «imprescindible que el electorado catalán sea consciente de la importancia de su voto, y que no se deje engañar por los cantos de sirena de aquellos que, bajo la promesa de 'pasar página' o 'recoser heridas', se han limitado a apoyar todas las demandas de los que intentaron acabar con nuestras libertades».
Pero no nos engañemos. Sánchez obligará a Illa a que se meta en el mismo colchón que Puigdemont. En contra, por supuesto, de la fachosfera.
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05.05.2024
El jueves pasado, día 2 de mayo, el candidato del PSC en las próximas elecciones catalanas dijo que no piensa pactar con ningún partido constitucionalista y, de paso, le ofreció a Puigdemont un acuerdo que el huido rechazó de inmediato.
Ese mismo día se hizo pública una declaración firmada por conocidos representantes de Sociedad Civil Catalana, y también por otros pensadores políticos como el vasco Nicolás Redondo, donde puede leerse:
«Seremos claros: Salvador Illa, que negó antes de las pasadas elecciones generales que fuera a haber amnistía, que ha apoyado con entusiasmo todos los excesos de........
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