Eso fue para mí fueron para mí los resultados de las elecciones del 29 de octubre. Para mí, para los votos de opinión, para el bloque anti establecimiento, para el Pacto Histórico, para Mariamulata, a todos les fue picho contra la eterna maquinaria que desapareció las huestes votantes para el “Tractor” Dau y dónde quedaron los seguidores de las redes sociales que, en mi caso, llegaron las más de 172.000 cuentas alcanzadas y varios miles de likes.

Pero Cartagena siempre te recompensa, gracias a este resultado tendré el placer y el honor de volver a mis columnas de El Universal, con el permiso del director, Nicolás Pareja, volveré cada segundo miércoles a comunicarme con ustedes. Déjenme contarles cómo fue este viaje en la política, de la que me había mantenido alejado más de 50 años.

Confieso que después de más de cincuenta años de vivir en Colombia, nunca me había interesado un proyecto político, una rara especie de esnobismo que nos tiene alejados a los colombianos de la casa del poder por pensar que son mejor que ellos. Pero cuando me consultaron de “Fuera, malandrines”, un grupo de activistas, ninguno de ellos político de profesión, consideré que había llegado el momento de devolver a Colombia todo el bien que me había proporcionado en este medio siglo. Y acepté de liderar con el número uno la lista para el concejo de “Fuera, malandrines”; mi proyecto de vida en el Concejo consistía en hacer seguimiento de una guerra que tenemos contra el hambre con mi socio, el Indio Rodríguez; la restructuración del Plan de Alimentación Escolar, que se ha vuelto un coto de cacería de los carroñeros que le roban la plata a nuestros hijos, que nos cobran pechugas a 40 mil pesos, que por razones de burocracia asesina pasan días sin proporcionar el almuercito a los niños que más de una vez van al colegio solo para alimentarse, por lo menos una vez diaria.

No podemos concebir que una ciudad importante, cual es Cartagena, ciudad de reyes, de presidentes, de matrimonios millonarios, de fuegos artificiales, pueda admitir que la mitad de la población viva a límite de la pobreza y que haya miles de hermanos ciudadanos que están sufriendo el hambre más atroz. Por eso nos metimos a políticos, pero la gente no nos siguió, pudo más la compra de votos, pudieron más las promesas de los políticos que aparecen siempre cuando hay que elegir y que lo único que cumplen es pagar el voto para sus candidatos. Y cuando revisas los gastos electorales te das cuenta de que la corrupción es obligatoria para que estos carroñeros puedan recuperar las millonadas que han invertido para su bien particular, olvidándose del bien común.

QOSHE - Un balde de agua helada - Salvatore Basile Ferrara
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Un balde de agua helada

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22.11.2023

Eso fue para mí fueron para mí los resultados de las elecciones del 29 de octubre. Para mí, para los votos de opinión, para el bloque anti establecimiento, para el Pacto Histórico, para Mariamulata, a todos les fue picho contra la eterna maquinaria que desapareció las huestes votantes para el “Tractor” Dau y dónde quedaron los seguidores de las redes sociales que, en mi caso, llegaron las más de 172.000 cuentas alcanzadas y varios miles de likes.

Pero Cartagena siempre te recompensa, gracias a este resultado tendré el placer y el honor de volver a mis columnas de El Universal, con el permiso del director, Nicolás Pareja, volveré cada segundo........

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