En julio de 2022, escribí en este espacio un artículo que titulé: “Eso solo pasa en Cartagena”, allí expuse varias situaciones que difícilmente vemos que ocurran en otra parte del mundo. Me preguntaba en esa ocasión, si habrá otro lugar en este planeta donde veamos a un sparring con chancletas cauchosol tirarse de una buseta repleta de pasajeros y correr como Usain Bolt con una cartulina en la mano para llegar a tiempo al reloj de control. Y si va muy retrasado, se sube a una mototaxi que lo lleve a toda velocidad, luego entrega la cartulina con un billetico debajo para que el vehículo no sea penalizado.

Uno creería que después de ocho años de la entrada en operación comercial de Transcaribe (el primer pasaje se pagó el 27 de marzo de 2016), escenas como la del sparring (“suba, mi tía, echen pa’ atrás que hay espacio”) y el irrespeto con el tiempo de los pasajeros de buses y busetas del servicio público iban a quedar en el olvido, pero no. Se imaginaba uno, porque ha pasado el tiempo suficiente, que todos esos viejos vehículos sin aire acondicionado, con música a todo volumen y con la presencia constante de predicadores y vendedores de toda clase de artículos, iban a estar chatarrizados. ¿Saben qué es lo peor? Un reciente fallo ordena que las busetas de la ruta Olaya - Centro vuelvan a circular porque nuestro Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), ese que inició su etapa pedagógica el 17 de noviembre de 2015, aún no garantiza la prestación del servicio de manera eficiente y oportuna en esa zona (y en muchas más).

En su cuenta de X, mi colega Hylenne Guzmán se preguntó: “¿Cómo ponen una ruta que ya chatarrizaron, a competir directamente con Transcaribe y a agudizar más el tráfico en la Pedro Romero? ¿Por qué no solicitan más buses en la X104 o mejorar el tráfico en la avenida? A eso súmenle la contaminación ambiental. Dios mío, pa’ atrás como el cangrejo”.

Mientras hoy se habla de otro cambio en la gerencia, vale recordar que son muchos los retos estructurales y operacionales, como lo resumió @HyleGuzman: Seguimos en la primera fase de implementación. Un sistema de comunicación deficiente. Se cambió de operador de recaudo, pero apenas la semana pasada lograron que aparecieran los saldos en los validadores. No hay tarjetas, no se sabe en qué momento llega el bus, ni cuáles son las paradas. Recargas, peor. Se movilizan 112.542 usuarios en día hábil, cerca de 25 mil usuarios menos que antes de pandemia. Hay 287 buses en circulación, de los 308 disponibles. Los mismos desde hace cinco años. Hay 21 rutas disponibles. Se compite directamente con el transporte informal, etcétera.

De seguir así, no nos extrañe que próximamente de un juzgado salga un fallo que permita que los burros nos garanticen una mejor movilidad en Cartagena. ¡Pilas!

*Periodista y profesor. Magíster en Comunicación.

QOSHE - Pa’ atrás - Javier Ramos Zambrano
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Pa’ atrás

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07.04.2024

En julio de 2022, escribí en este espacio un artículo que titulé: “Eso solo pasa en Cartagena”, allí expuse varias situaciones que difícilmente vemos que ocurran en otra parte del mundo. Me preguntaba en esa ocasión, si habrá otro lugar en este planeta donde veamos a un sparring con chancletas cauchosol tirarse de una buseta repleta de pasajeros y correr como Usain Bolt con una cartulina en la mano para llegar a tiempo al reloj de control. Y si va muy retrasado, se sube a una mototaxi que lo lleve a toda velocidad, luego entrega la cartulina con un billetico debajo para que el vehículo no sea penalizado.

Uno creería que después de ocho años de la entrada en operación comercial de Transcaribe (el........

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