Aquella convocatoria de la edad media llamada “Concilius” que se hacía a punta de campanas para reunir al pueblo y tomar decisiones en la plaza o en la iglesia sobre los problemas del pueblo tenía el sello de la presencia total de los habitantes: quienes no asistían eran multados y hasta guardados en celdas. No importaba si hablaban o no, se trataba de una decisión colectiva y transparente en donde el que no estaba de acuerdo exponía razones que se estudiaban y se votaba con la participación de una totalidad.

El crecimiento de los pueblos, el desconocimiento de sus funciones, el interés económico y burocrático de sus electores, financistas y decisión del elegido que desea gobernar con participación del poder para su uso o lo que deba destiñeron la esencia de la más grande vocación que existe sobre la Tierra, la polifuncionalidad pública, a diferencia de una sola profesión, el cabildante actual puede aportar a la salud, educación, seguridad, transporte, ambiente etc.

La deshumanización se origina desde la exclusión: el monopolio excluyente de élites que inciden en las bases despojando, no dando participación y pagando, y ellos se van criminalizando por el hambre y la desprotección de todo tipo, haciendo que lleguen al mando los más populistas que estimulaban a los inconformes con y sin estudios, al revanchismo que, sin darse cuenta, arrasa llevando al caos a las regiones en donde el comunismo en el sentido estricto de su filosofía dejó de ser una alternativa para ser reemplazado por la pandemia de los últimos tiempos: “el populismo”. Ya no se ven muchos concejales autónomos, hoy son hechura de gobernaciones, alcaldías, secretarías e institutos, y hasta de la lambonería y el casquillo que han colocado su huella para recibir dádivas y atender lo caro de la obtención del voto popular, diciendo: el que más saliva tenga más harina tragará.

Los alcaldes han sido reyes que someten con el látigo de la participación y la voz adormecedora “serás de mi equipo”, razón por la cual solo el alcalde aventajado e inteligente podrá llevar a buen puerto a nuestra Cartagena, contrario census al ignorante amasado con rencor en su corazón y farsantería que terminaría danzando para el circo Hermanos Gasca, ¡ah...!, olvidaba decir que entre menos ajedrecistas estén al mando, sobrarán los tableros de todas las clases y calidades en una sola exhibición del pastorcito y jaque mate para los próximos concejos y el difícil rescate de los que viajan corriente abajo, que lo hunden más para que no flote.

*Concejal de Cartagena.

QOSHE - ¡Ser concejal, una vocación que se perdió! - César Pión González
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¡Ser concejal, una vocación que se perdió!

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14.12.2023

Aquella convocatoria de la edad media llamada “Concilius” que se hacía a punta de campanas para reunir al pueblo y tomar decisiones en la plaza o en la iglesia sobre los problemas del pueblo tenía el sello de la presencia total de los habitantes: quienes no asistían eran multados y hasta guardados en celdas. No importaba si hablaban o no, se trataba de una decisión colectiva y transparente en donde el que no estaba de acuerdo exponía razones que se estudiaban y se votaba con la participación de una totalidad.

El crecimiento de los pueblos, el desconocimiento de sus funciones, el interés económico y burocrático de sus electores,........

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