El lunes 8 de abril, despedimos con todos los honores como el “Gran Maestro Comunal” a Fermín Berrío Paternina, quien falleció luego de una larga enfermedad que lo alejó por varios años de las luchas comuneras, malestar que no fue óbice para que siguiera analizando la situación de la ciudad y creando alternativas de solución. Lo conocimos representando a la Junta de Acción Comunal del barrio Alcibia, siendo un educador de profesión que se le escapó al sindicalismo del magisterio, donde fue presidente de la Asociación de Maestros en Bolívar, para intervenir en la solución de los problemas de su comunidad. Observé sus cualidades de liderazgo cuando, en las reuniones sobre temas de ciudad, llevaba anotado desde el orden del día, las propuestas centrales, hasta las conclusiones. De ahí aprendí que en las organizaciones, como en cualquier actividad, es necesario pensar antes de actuar.

Con Fermín se inició un proceso de unificación comunal, donde la formación jugó un papel fundamental y la cualificación del liderazgo comunitario fue la base para construir un pensamiento colectivo con prospectiva que generó en la apropiación de mecanismos de participación ciudadana como los previstos en la ley 11 de 1986, entre ellos, la representación de la comunidad en las juntas directivas de las empresas de servicios públicos y la división del territorio de Cartagena en comunas y corregimientos, que se dio el 26 de julio de 1987. Hace parte de ese proceso realizar la primera asamblea popular de organizaciones comunales en el Coliseo Cubierto, donde se escogió como candidato a la Alcaldía de Cartagena a Nicolás Curi, con quien se firmó un acuerdo programático para crear la Secretaría de Desarrollo Comunitario, hoy de Participación y Desarrollo Social, Berrío fue su primer secretario. El gran error de los líderes comunales de esa época fue que nos dispersamos, abandonando los ideales de luchar unidos por los intereses colectivos.

Para que esa historia no se repita, hoy, cuando el alcalde Dumek Turbay creó el Instituto de Acción Comunal y del Caribe, producto de su voluntad y compromiso con la dirigencia comunal, el mayor homenaje póstumo que le podemos hacer al maestro Fermín es que los integrantes del movimiento comunal de Cartagena nos unamos, apoyemos a esa entidad dejando atrás las divisiones e intereses particulares, actuando con madurez política donde nos auto reconozcamos los valores y juntos hagamos la tarea de fortalecer a nuestras organizaciones comunales. La comunidad os lo reclama.

*P.U. Comunicación Social Periodismo.

Especialista en Formación de Formadores.